Actualización 2020-08: Me he dado cuenta muy tarde de que en la entrada mezclo dos temas diferentes: el acento andaluz y el andaluz como un idioma. Después de reflexionar gracias a los comentarios, he llegado a la conclusión de que el doblaje con acento andaluz me chirría solamente por la falta de costumbre. Sin embargo, respecto al tratamiento del andaluz como un idioma diferente del español me mantengo en mi postura.
Resulta que en el MairenaGO! 2018, Mercedes Hoyos dijo que los andaluces tienen que dominar el castellano, porque “todo se dobla en castellano, no en andaluz, desgraciadamente», plantando de nuevo el debate sobre qué narices es el andaluz.
En cuestiones de doblaje, quienes vivimos en Andalucía recordamos no sin cierto sonrojo el redoblaje al andaluz que le hicieron a Street Sharks en el año 2004 (y digo redoblaje porque ya hubo uno anterior). Era curioso de escuchar cuanto menos, pero yo particularmente no le encuentro el más mínimo sentido a que unos tiburones humanoides tengan acento de Sevilla cuando viven en una ciudad con rascacielos claramente inspirada en alguna metrópolis de Estados Unidos.
En la misma época hubo otra serie doblada al andaluz, pero en ese caso sí tenía sentido porque se ambientaba en Sierra Morena. Se trata de Bandolero, y es una serie que muchos recordamos con bastante cariño.
El debate de si usar el andaluz sí o no se dio incluso en los foros de Guadalinex, la distribución GNU/Linux de la Junta, y el asunto que subyace a esto es si consideramos el andaluz como un idioma diferente al español.
Para que un idioma se pueda considerar como tal se tienen que unir diferentes variables, siendo la más importante la existencia de una gramática propia. Cualquier persona de fuera de Andalucía podrá comprobar que se puede comunicar con un andaluz perfectamente, por más que haya polémicas sobre el acento andaluz: es una mera cuestión de acostumbrar el oído.
El andaluz se caracteriza por unos rasgos fonéticos y léxicos que le son propios, pero no hay una gramática diferente que nos impida comunicarnos con el resto de la península o con cualquier otro hispanohablante. Esto sí se cumple en gallego y catalán: aunque haya similitudes con el español (después de todo son lenguas romances), tienen diferencias gramaticales suficientes como para considerarlos idiomas diferentes al español.
Más allá de esto, andaluz no hay solo uno. Si traducimos algo al andaluz, ¿cuál cogemos? El de Cádiz, Sevilla y Málaga se pueden parecer, pero el de Córdoba, Granada y Jaén son diferentes a los primeros, y entre comunidades también hay diferencias en cuanto a expresiones y léxico. ¿Con cuál nos quedamos de todos ellos? ¿O mejor nos montamos un andaluz estándar como el que usan en Canal Sur, que no es el andaluz de nadie?
De hecho hay especialistas que ni siquiera consideran al andaluz como dialecto sino «conjunto de habas». Es el caso de José María Pérez Orozco, lingüista especializado en el andaluz. Quienes lo consideran dialecto se basan algunos en la pronunciación del sonido s, común a toda Andalucía y diferente al resto de la península, o directamente en el conjunto de rasgos propios aunque distribuidos entre Andalucía oriental y occidental.
Así que no, no tiene el más mínimo sentido hablar de «doblaje en andaluz» cuando lo que se busca con el doblaje es precisamente que sea accesible al mayor número de hablantes. Si ponemos un doblaje en andaluz, al igual que si lo ponemos con acento maño o incluso madileño, lleva al espectador directamente a la región cuyos rasgos le son propios y le saca de la historia, como en Street Sharks, que usan ese andaluz construido.
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