Varias veces en este blog he elogiado la ficción española en los últimos tiempos. Primero, ‘Los misterios de Laura’, y después algunas películas del año pasado. En esta ocasión vengo a hablaros de otra serie, también de Televisión Española, con una creciente popularidad.
La máquina del tiempo no existe. Lo que existe son las Puertas del Tiempo, que unen el presente (2015) con otras épocas del reino de España. En cada época hay alguien del Ministerio, y cuando la historia se puede ver alterada, mandan algunos agentes para reparar el daño y evitar así que la historia cambie.
Los agentes protagonistas son Alonso de Entrerríos, soldado español del siglo XVII, valiente y honorable; Amelia Folch, una de las primeras mujeres universitarias a la que su época (el siglo XIX) se le queda pequeña; y Julián Martínez, un enfermero con tendencias autodestructivas debido a la muerte de su esposa, representante de la época actual.
Se le pueden buscar muchísimas pegas a la premisa argumental (¿por qué no hay viajeros de un punto posterior a 2015?), y la misma serie la modifica según su conveniencia, pero si aceptamos la ficción que se nos plantea, disfrutaremos de unas elaboradas tramas, con esa habilidad de los españoles para recrear tiempos pasados.
Ver en pantalla a grandes personajes de la historia de España y el ambiente de las diferentes épocas es el mayor atractivo de la serie, pero no es el único modo que tiene la serie de aprovechar la premisa. Son muy recurrentes las referencias a la cultura actual que los otros personajes no entienden, aparecen elementos que no son propios de la época a la que se viaja, y un personaje recurrente (un prestigioso pintor) es protagonista de multitud de gags.
Pero ‘El Ministerio del Tiempo’ no es una ficción plana. Aunque no ahondan en ellos, los protagonistas tienen sus pequeños conflictos, y la posibilidad de acceder a épocas pasadas (en el caso de Alonso y Amelia, a épocas posteriores a su presente) hace que los personajes pasen por algunos conflictos de identidad, especialmente Julián, muy atado a su pasado.
En el momento de escribir estas líneas se han emitido seis episodios. Los capítulos son autoconclusivos pero con un argumento de fondo, una fórmula que funciona muy bien, y tienen una duración de una hora y diez minutos. Ha habido cierta polémica con la serie (un amago de cancelación que olía a marketing barato), pero ya se ha confirmado que será renovada para una segunda temporada.
La serie es difícilmente comparable a otras producciones por su carácter eminentemente español, pero si os gusta ‘Doctor Who’, ‘Regreso al futuro’ o, en general, cualquier ficción sobre viajes en el tiempo, dad una oportunidad a ‘El Ministerio del Tiempo’: si no os ponéis tiquismiquis con su premisa, seguro que os hace pasar un buen rato.
Imagen: Copyright Televisión Española, encontrada en Fancueva
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