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ElXokas ha usado cuentas secundarias para insultar a aquellos que se metían con él.
Internet se encuentra bastante centralizado en estos servicios, y aquí opino sobre ellos.
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ElXokas ha usado cuentas secundarias para insultar a aquellos que se metían con él.
Hace tiempo escribir una entrada donde fui terriblemente injusto y cruel con la red social federada Mastodon. Se llamaba «El creador de Mastodon cava la tumba de su propia red». Un título para nada tendencioso, como se puede ver.
Internet ha cambiado muchísimo. Sin que apenas nos demos cuenta, los veteranos en las redes sociales llevamos 10 años o más usando dichas herramientas para comunicarnos con el resto del mundo, y su uso cada vez ha ido a más, popularizándose hasta el punto de que los medios de comunicación las tienen muy en cuenta para medir el alcance de la actualidad.
Hace un tiempo Twitter añadió una característica a su servicio que consistía en que los mensajes que respondían a otros aparecían unidos por una línea azul. Esto hizo que muchos usuarios empezaran a unir sus propios mensajes para crear lo que se llamaron «hilos». Esto tuvo tal aceptación que leer «abro hilo» fue algo cada vez más habitual, hasta el punto en que el mismo servicio añadió la opción de publicar varios mensajes seguidos de manera oficial.
Es bien sabido que las redes sociales son la tierra del ego, y que si tuvieran un botón «me gusto», todo el mundo lo pulsaría en cada una de sus publicaciones. A partir de este pensamiento me gustaría hablar de dos comportamientos que veo muy habitualmente en redes sociales.
Permítanme que les diga, así en confianza, que, según mi experiencia, los escritores y poetas tienen un ego superior a la media. Si esto ha sido así en épocas anteriores, hoy en día, con el contacto directo con los lectores que proporcionan las nuevas tecnologías, es algo que queda más patente que nunca.
¿No se han parado a pensar que las biografías de Twitter son como un epitafio autoimpuesto? Si se salen de él es como si estuvieran muertos.
Hace casi un año abandoné toda red social en la que me encontraba. Sin embargo, ya en aquel momento dije que, muy probablemente, me arrepentiría. Y efectivamente, así ha sido.
Hola, soy Adrián y en realidad no existo.
¿Por qué?
Porque no tengo arroba.
Llevo ocho años en redes sociales. Nada menos que ocho años. A pesar de las veces que me he quejado de su uso, llevo ocho años. Recientemente he tomado una determinación, que muchos considerarán casi como un suicidio: eliminar mis cuentas de todas las que he podido.