Nada más y nada menos. Diez años pueden parecer pocos, pero si tenemos en cuenta que aún no he alcanzado la treintena, hablamos de casi un tercio de mi vida. Es un número para nada desdeñable.

Aunque he usado internet algunos años más (en chats, foros y otros lugares), el blog ha sido siempre el eje fundamental de mi actividad. Mi blog anterior tenía la misma naturaleza que este, con la diferencia de que empezó siendo escrito por un chaval que no había llegado a la veintena y que era aún más irreflexivo si cabe en muchas de las decisiones que tomaba en la red. De hecho, pasar a este blog, con mi nombre y apellido, fue precisamente no renegar sino establecer una frontera entre la persona que fui y la que soy ahora, iguales en lo fundamental pero diferentes en muchos puntos, consecuencia lógica de la experiencia.

Mi blog siempre ha sido un pequeño rincón personal en el que he hablado de aquello que me venía en gana. Nunca he sido capaz ni he querido separar ámbitos ni escribir para publicaciones concretas porque tenía bien claro que mi camino estaba lejos de la red, que esto es simplemente un divertimento para mí. Así ha sido siempre y así sigue, aunque últimamente con parones más prolongados debido a las circunstancias de mi vida personal.

El tema central del blog ha sido fundamentalmente el software libre. Conocer este mundillo, esta forma de pensar, esta comunidad, ha supuesto para mí un cambio muy importante en mi forma de ver el mundo. He hablado (y sigo hablando) de software libre desde multitud de puntos de vista: es el tema con el que me siento más cómodo a la hora de escribir.

Siempre he querido dar un giro a lo cultural, pero nunca ha un tema que haya tratado con tanta comodidad. He hablado de películas, de música, de libros, pero siempre volvía a la reflexión sobre el mundo online o al software libre. El hecho de no hablar de libros siempre lo he achacado a estudiar una carrera de letras: el tiempo libre del que disponía me gustaba emplearlo en algo completamente diferente.

Sin embargo, últimamente las tornas parecen cambiar. Casi no leo sobre software libre ni sobre informática en general, las grandes empresas tecnológicas me dan igual, estoy a gusto con mis aparatos (aunque siempre caigo y acabo renovando alguno cada poco tiempo), he encontrado una situación en la que la tecnología me sirve como lo que es, una herramienta, pero sin muchas de las implicaciones de usar los sistemas mayoritarios o privativos. Quiere decir todo esto que cada vez encuentro menos motivación y menos temas para escribir sobre informática e internet; de hecho, los títulos de entrada que tengo apuntados son de temas bastante diferentes.

Más allá de eso, no puedo prometer ni decir nada más. Como ya conté, estoy en un punto de mi vida personal y profesional en el que me encuentro tremendamente a gusto, y casi lo último en lo que pienso es en ponerme a escribir en este blog. Sin embargo, el no tener redes sociales puede (solo puede) que me lleve a escribir de nuevo en cuanto vuelva el recogimiento de septiembre.

Podría decir un un «por otros diez años más» pero, como siempre digo, me conozco demasiado bien como para decir que algo continuará igual por tanto tiempo. Sin embargo, puedo decir que estoy muy contento de estos diez años, a pesar de mi inconstancia y de mi indecisión.

Estos diez años escribiendo blogs me han servido de mucho. He conocido a mucha gente, he puesto por escrito reflexiones y experiencias y, sobre todo, he podido ver mi propia evolución como persona al volver a entradas antiguas al ver la forma de escribir y lo que contaba esa persona que un día fui.

No puedo terminar una entrada de este tipo sin agradecer a todos y cada uno de los lectores que han posado sus ojos sobre este blog, ya sean nuevos, veteranos o pasajeros. Yo siempre he escrito porque a mí me gusta escribir, pero esto es un blog, y si no fuera por los comentarios que me dejáis esto no tendría mucho sentido.

Muchas gracias a todos. Tomaos algo fresquito a mi salud porque sigamos compartiendo, si no diez años, el tiempo que sea en este pequeño rincón de la web.