YouTube constituye hoy en día una subcultura internetera por sí mismo. Yo he tardado en entrar (empezaría a ver vídeos de youtubers populares allá por 2015) y es un tema del que, después de ver bastantes vídeos, me apetece escribir porque hay muchísima tela que cortar.
Esta entrada debe leerse teniendo a la vista que YouTube es solo una herramienta: ya luego la empresa, el algoritmo o lo que sea se encargará de dar publicidad a los más visitados, pero eso no define la naturaleza de la plataforma. Hay videotutoriales y muchísima gente creando contenido original de calidad. Los pensamientos que aquí expongo se refieren siempre a la lista de más populares en YouTube España.
La evolución de la plataforma
Todavía recuerdo cuando algún compañero de clase me dijo que mirara un vídeo de YouTube. Por aquel entonces los vídeos chorra estaban en El Rellano: este nuevo portal de vídeo había entrado con mucha fuerza. No podíamos imaginar con cuánta. Pocos años después, el portal fue comprado por Google, diría que uno de sus mayores aciertos y uno de los mayores hitos en el internet reciente, y desde entonces no ha parado de evolucionar.
Al principio los vídeos eran como máximo de diez minutos para que el consumo fuera rápido. Ahora permiten no solo vídeos de más de diez minutos, sino que permiten hacer y grabar directos de varias horas. Los vídeos pueden ser monetizados y por último solo se monetizan los que tienen más de esa primera duración. Las reglas de la comunidad cambian, se añaden características continuamente… Incluso ha cambiado el aspecto tecnológico, puesto que antes usaba Flash y ahora funciona con HTML5.
YouTube es un ente cambiante, y aquellos que quieran vivir de crear contenidos en la plataforma, los llamados youtubers, tienen que estar muy al tanto de cualquier cambio que se produzca, no solo a nivel técnico sino en cuanto a las reglas de la comunidad y la monetización.
El precio de la fama
Diría que el boom de las redes sociales fue en 2011, el año en que se empezó a ver muchísima gente con smartphone. El boom de YouTube fue poco después. Empezaron a proliferar creadores de contenido regulares que subían vídeos de temática muy variada. Hoy en día hay creadores con millones de suscriptores. Y es curioso ver cómo han llegado a lo más alto de la plataforma la mayoría de los más seguidos actualmente
- Auronplay se burlaba del aspecto físico de los protagonistas de los vídeos que comentaba.
- Wismichu hacía vídeos burlándose de la gente en ChatRoulette y su contenido sigue siendo muy negro.
- Jordi Wild usaba y usa reclamos sexuales para ganar notoriedad
Por supuesto, todo eso aderezado con lenguaje malsonante, bromas sexuales (ElRubius, que tiene veinte millones de seguidores, hace un uso muy habitual de estas bromas), y otras prácticas como miniaturas y títulos engañosos son la tónica habitual de la plataforma. Últimamente se añaden las bromas con cámara oculta y los retos extremos, habitualmente sin el consentimiento de la otra persona.
Los tres casos que puse arriba han pasado por diferentes problemas y algo han cambiado (ya Wismichu no dice cada dos vídeos que es un personaje sino que se responsabiliza), pero es muy difícil encontrar contenido «blanco» en la plataforma si miramos entre los más populares.
Yo, como adulto, soy consciente de esto y me río con ciertas bromas, sigo a algunos de estos creadores por entretenimiento y por saber qué gusta a los chavales. Pero el problema es ese: es lo que siguen los chavales. Son los nuevos modelos de conducta.
A mí me gusta ver la educación como un todo, y si algún chico no sabe distinguir entre la broma y lo que no, tendremos palabras malsonantes y bromas sexuales por doquier entre los chavales. Más aún, quiero decir.
No voy a entrar en el tema de que muchos de estos creadores no tienen estudios o los han abandonado por crear vídeos y su forma de hablar, porque entonces no termino. Solo recuerdo a ElRubius decir «prostituísmo» (aún no sé discernir si lo dijo en serio o en broma) o ese uso de «puto» (una palabra muy blanca) como adverbio.
La responsabilidad y el «salseo»
Como dije una vez, es importante separar la persona del artista. En este caso, la persona del personaje. Cuando uno mira ciertos vídeos de YouTube es importante saber que la persona que está en pantalla hace cierta actuación, sin embargo esto no justifica todo tipo de comportamientos. Es necesario ser responsables de lo que hacemos, más si se tienen muchos seguidores, y muchos de los que actualmente graban vídeos no lo son.
Cada vez me vale menos la excusa de que esto es internet y las reglas son diferentes. Insisto: intentad situar contenido blanco. Si no me equivoco, tenemos a Willyrex y a Vegeta, e incluso unos chavales se meten con otros si siguen a estos dos.
Esta falta de responsabilidad, lo cual lleva desde hacer vídeos tremendamente inapropiados para cierto tipo de público hasta ridiculizar o difundir datos privados de terceros, se une al ansia de morbo que gran parte del público tienen en internet. Esto llevó a la creación de la revista YouMag, que no pasó del primer número, pero basta con buscar la palabra salseo en la plataforma para ver que los vídeos donde se hablan de las miserias y los líos de unos con otros están a la orden del día.
El hecho de que el llamado «salseo» esté tan presente en YouTube nos lleva directamente a la televisión. Aunque el término puede que venga de otro lugar, Salsa Rosa fue un programa sobre corazón, uno de tantos ejemplos de telebasura en la que Telecinco parece haberse especializado. Nos quejamos de que en la televisión prima este tipo de contenidos, y resulta que en internet gusta lo mismo. La diferencia, por suerte, es que (de momento) estos creadores de contenido no venden su vida a la prensa. Pero al tiempo.
¿No será a causa de la sociedad en la que vivimos, del gusto de la gente, más que de la plataforma donde se vea el contenido? Siempre va a haber un (gran) sector del público al que le guste meterse en la vida privada de los personajes a los que siguen.
Repetición de formato… en todas partes
Pasando ya a otros asuntos, me llama mucho la atención que en una plataforma donde se dice que prima la creatividad y la libertad de creación, al final se ha llegado a cierto contenido y a cierta forma de comunicar ese contenido que se repiten una, otra y otra vez.
Imagino que, como todo en internet, son fases. Igual que los fotologs y los blogs, ahora lo que está de moda es crear un canal de YouTube, y los vicios que había entonces se trasladan ahora aquí por las facilidades tecnológicas que da.
Ejemplo más claro: los gameplays. Basta buscar en YouTube por GTAV Online para ver cuanta gente sube vídeos sobre este tema. Danirep sube seis al día. O poner el nombre de cualquier juego medianamente de moda para saber cuántos creadores han echado una partida por el mero hecho de ganar visitas.
Buscad por algún tag medianamente conocido y veréis cuántos creadores lo han hecho por ahorrarse pensar en un tema original para un vídeo. Contenido fácil, más visitas.
Y es que al final todo se resume en eso. Más visitas, más tiempo de visualización, más dinero, ir sobre seguro y la muerte de la originalidad.
Pero esta repetición de formato no se da solo en sectores más populares como los videojuegos o ciertos videoblogs. Si nos ponemos a mirar a algo tan aparentemente marginal como los booktubers (chavales que hablan de libros), encontraremos «bookhauls», «in my mailbox», «unboxings» y tantísimos otros contenidos que al final son más vistos que las reseñas y recomendaciones de los propios libros, que se supone que es de lo que iba el asunto.
Canales que destaco
Como he dicho, sigo a bastantes youtubers conocidos, por saber qué gusta a los chavales pero sobre todo, para qué voy a engañar a nadie, por entretenimiento. Llego a casa, desconecto la neurona y veo algún vídeo chorra. Pero hay otros que me gusta ver por algún motivo más concreto, canales que ofrecen entretenimiento y un poquito más. Aquí dejo algunos.
Nekojitablog son un matrimonio de un español y una japonesa que graban videoblogs explicando costumbres y curiosidades sobre Japón. Los vídeos son amenos, instructivos y de una alta calidad. De todo el contenido que he visto en internet sobre Japón, es el que más me ha atraído desde el minuto uno.
Videópatas y SiFuera hacen humor. Algunos vídeos son más inteligentes, otros menos, pero todos tienen una buena carga de trabajo. En SiFuera participan los videópatas, MisterJagger y Diffferent, los creadores de Malviviendo.
Tri-line hace tops y es bastante conocido. Aunque no he comprobado la veracidad de los datos, se aprende bastante con él y tiene un estilo muy particular, cada vez más loco. Habla sobre multitud de temas, desde productos absurdos hasta algunos más escabrosos.
Vanfunfun hace vídeos sobre filología. Habla de libros con bastante profundidad y explica asuntos de lingüística, como etimología o pragmática. Evidentemente no son vídeos para ponerte mientras comes, pero se aprende mucho con él. He tardado en empezar a verlo pero, como filólogo, su contenido me parece interesantísimo para según qué ratos.
El coleccionista de mundos es de los poquísimos canales de booktube que merecen la pena. Su creador no solo hace análisis concienzudos y completos sobre literatura de cualquier tipo sino que reflexiona sobre la moral y la ética detrás de cada uno, sobre los valores que transmite. También tiene entrevistas y algún contenido más aparte de las reseñas, pero estas ocupan el lugar principal, y es lo que me gusta de este canal.
Inesmellaman es una traductora que graba un vídeo cada semana donde habla de lo que le apetece, sin más. Habla de chucherías, de ropa (vídeos que me salto) y reflexiona sobre algunos temas a raíz de sus vivencias. Para mí es una de las vlogges más atrayentes por su sencillez.
Isaac F. Corrales cuenta historias. Nos habla de personajes curiosos de la historia y curiosidades de las mismas usando una narrativa que consigue atrapar al espectador curioso. También tiene cierto contenido alejado de esto que también me resulta interesante.
He dejado a mi favorito el último. DayoScript. He llegado a estar realmente viciado a los vídeos de este hombre. He visto absolutamente todos en muy poco tiempo. Su forma de analizar y de opinar, sumado a su particular visión de los videojuegos y el cine me enganchan, aunque en muchas ocasiones me parezca un pedante y un sibarita. Pero precisamente ahí está la gracia, en ver visiones complejas más allá de si algo gusta o no gusta para formar una opinión propia. Se gana la vida escribiendo análisis en algunos medios y con una campaña en Patreon que le permite sacar vídeos los días 19, 20 y 30 de cada mes. De lo mejorcito.
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