Machismo, feminismo y otras yerbas

En esta entrada voy a hablar de feminismo, de supuesto feminismo, de etiquetas relacionadas con el género y el sexo y sobre otros temas aledaños. Seguramente exponga posturas que me hagan quedar a ojos de algunos como un machista redomado, como un opresor del sistema heteropatriarcal y a saber cuántas cosas más. Uno nunca sabe cómo tratar estos temas sin sentirse una mala persona.

No me apedreen. Todavía. Viene una entrada muy larga en la que quiero dejar constancia de algunos pensamientos, no pretendo escribir un artículo bien estructurado sobre estos temas. Seguramente tengan muchas ocasiones para apedrearme durante su desarrollo.

Yo he sido (o soy) machista

Esto es una afirmación arriesgada en los tiempos que corren. En algunos momentos he pensado que era machista. O lo soy, no sé. Puedo tener la tranquilidad de que no soy machista en el trato diario con mujeres, pero considero que sí lo he sido en ciertos pensamientos censuradores hacia ciertas actitudes que las mujeres ejercen en su libre albedrío. Cuando me ponía a pensar u otra persona me lo dejaba ver, rectificaba mi postura. Equivocarme en ese sentido me ha servido para crecer como persona, darme cuenta de mis errores. Por eso digo que a lo mejor soy machista. No me atrevo a negarlo.

Sin embargo, este hecho no me imposibilita a afirmar algo: el feminismo, entendido como la lucha por la igualdad de sexos en la sociedad, es necesario. Y, por desgracia, la mujer aún es víctima del sistema que la sociedad occidental ha vivido desde hace siglos. Aunque se han hecho muchos avances, el camino hacia la igualdad aún es largo. Hasta que no haya igualdad en el trabajo, igualdad ante la ley (es decir, cuando la discriminación positiva a favor de la mujer no sea necesaria) e igualdad en el trato no podremos decir que el camino haya terminado.

A partir de esto último hay mucho que cortar, y a ello vamos.

La situación de la mujer es más acuciante

Hace años, en mi antiguo blog escribí una entrada donde defendía que tenemos que luchar contra el maltrato en general, hacia cualquier sexo. Y aunque sigo estando de acuerdo con el fondo, otras personas me han hecho ver algo que he comprobado con el tiempo: el maltrato a la mujer tiene una presencia social mucho mayor que el maltrato al hombre (que también existe, pero de esto trataré más adelante; de momento, algunos ya tendrán una excusa para apedrearme).

Cualquiera que mire los números de las mujeres fallecidas por maltrato y tenga algo de corazón se quedará frío. Y seguramente haya más que no se han detectado. Por su rol tradicional como sexo débil, por razones fisiológicas o por cualquier otro motivo, es así. El maltrato a los hombres existe, pero ese número de mujeres asesinadas hace necesario luchar primero contra ese objetivo concreto.

Pero no solamente se trata de maltrato físico o psicológico. Se trata de la visión que la sociedad tiene de la mujer. Si se está en edad de tener hijos, no hay contrato. Si se tiene ese hijo, se ponen trabas en el trabajo. Si se es mujer, se cobra menos aunque el trabajo sea el mismo. Mujeres que tienen que soportar improperios en mitad de la calle y, para colmo, sentirse halagadas (y ni se les ocurra responder con malos modos que serán tachadas automáticamente de feminazis).

Hay mujeres que se aprovechan de su posición

Alguna vez he pensado (y esto es un pensamiento muy machista) que la mujer tiene que ser la única víctima en la sociedad actual. Muchos se te echarán encima si, como yo, argumentas que hay mujeres que maltratan a sus maridos o que aprovechan esa discriminación positiva en los tribunales para despojar al hombre con el que compartió su vida de todo cuanto posee, incluso les niegan el ver a sus hijos. Es un hecho: la mujer está ahora mismo más protegida ante la ley que el hombre. Esta discriminación positiva crea verdaderas desgracias dentro de un seno familiar en los que los mayores perjudicados son los niños.

No me atrevo a ir más allá porque no conozco datos y, de nuevo, insisto en que este hecho podría considerarse poco importante si lo comparamos con la cantidad de denuncias que hay por maltrato a la mujer. Un número muy reducido de las mismas son falsas, según un estudio.

Con este apartado, por lo tanto, no quiero justificar el maltrato, pero sí poner de manifiesto algo que ciertos sectores que se hacen llamar feministas niegan: igual que hay hombres malos también hay mujeres malas que se aprovechan de su situación. Muchas menos en comparación, de acuerdo, pero es una realidad que no debería negarse ni ocultarse.

Feminazis y hembristas

Estos dos conceptos salen a la palestra cada poco tiempo cuando se tratan asuntos relacionados con el feminismo. Ambos conceptos, aunque quizá tengan sus matices de significado, se refieren en esencia a lo mismo: las mujeres deberían estar por encima del hombre por derecho.

Desde mi punto de vista, la existencia de estos conceptos se basan en la lucha por causas relacionadas con el feminismo que no están acertadas. Como he dejado ver a lo largo de toda esta entrada, hay personas que se hacen llamar feministas que causan rechazo en sus argumentos. Algunas pueden ser abruptas y destructivas, a pesar de que en el fondo luchen por una causa justa. Otras, directamente, se confunden completamente con su lucha y focalizan en asuntos que en el feminismo deberían ser muy aledaños.

Sin embargo, personalmente he optado por no usar estas dos palabras dado que el feminismo es una causa muy seria, justa y necesaria. Tildar a algunas personas con las que no estamos de acuerdo o con cuyas formas no comulgamos perjudica al feminismo auténtico, por decirlo de algún modo.

Si no viviéramos en una red cada vez más radicalizada en la que o vas conmigo o vas contra mí, no estaría mal hablar en privado con esas personas y, si se dejan, comentarles nuestros argumentos y mejorar ambos. Quizá la persona que se hace llamar feminista entienda que el foco de su lucha debería estar en otro sitio, quizá resulta que la persona que denuncia tiene una visión machista y no es consciente.

Desde luego, atacándonos los unos a los otros no vamos a conseguir nada, y usar palabras para ridiculizar una postura no es una buena opción. Hay que tener en cuenta que que esas palabras pueden calar más en una persona que las palabras verdaderamente importantes, que son machismo y feminismo.

Los errores de ciertos sectores feministas

Aquí voy a dejarme de pseudoanálisis sociales y voy a dar mi opinión sobre ciertas actitudes que he visto a algunos colectivos feministas o que se hacen llamar como tal en cuanto a su forma de comunicarse.

Lo primero que me gustaría destacar es lo que he venido a llamar «estética de la vagina» (sustitúyase «vagina» por un sinónimo mucho menos elegante). Parece que hay cierto sector que ve un avance en mostrar fotografías de este noble aparato reproductor o de tener alguno de sus numerosos sinónimos siempre en la boca. O mejor aún: mostrar imágenes de la menstruación.

En redes sociales sigo a algunas chicas que tienen conversaciones con mucho arte sobre la menstruación y me parece completamente normal porque, después de todo, es algo que forma parte de su día a día. Pero usar imágenes desagradables o un lenguaje malsonante para intentar visibilizar algo me parece muy mala idea.

Aunque en la calle el improperio esté muy al día, en redes sociales pocas veces habré leído alusiones a los órganos reproductores masculinos (me está costando trabajo escribir así…) y sin embargo es más que común encontrarlas a los femeninos.

Otro asunto que he tratado en diferentes ocasiones y que me enfada de un modo irracional es el llamado «lenguaje no sexista». Siempre he pensado que sexista no es el lenguaje sino quien lo utiliza, y usar el femenino como género no marcado (hablar de «todas [las personas]», deconstrucción del lenguaje lo llaman algunos) o fórmulas como «todos y todas» y parecidas me parece antinatural. Pienso que lo único que consiguen estos usos es que rechinen los oídos de aquellos que hacen un correcto uso de la gramática.

Más aún, algunos optan por usar «todes», «todxs» o el más tradicional «tod@s». Esto, además de ser impronunciable, tiene un problema añadido y es que, a excepción del primero, no se pueden leer con los lectores de pantalla que usan las personas invidentes, por ejemplo. De inclusivo tienen poco, por lo tanto. «Usemos el primero», me podrán decir algunos, pero resulta que el español se basa en un sistema genérico binario y, de nuevo, intentar imponer un tercer género neutro por la fuerza solo conseguirá el rechazo de aquellos que no comulguen con la causa o que opten por un uso correcto de la lengua.

Sí, estoy diciendo que quienes dicen «todos y todas», «todes» y usan el femenino como género no marcado hablan mal. Directamente. Y por más tiempo que pase dudo que puedan hacerme cambiar de opinión al respecto.

Demasiado que estamos pasando por el aro en llamar «alumnado» a «los alumnos».

Aunque el error más grande que cometen algunos sectores, el que causa más rechazo, es llamar «violador en potencia» o directamente «violador» a un hombre simplemente por pensar diferente. Si digo que lo anterior causa gran rechazo, esto puede crear un rechazo definitivo que imposibilite todo acercamiento de aquél que es tachado como tal. Es un caso claro de supuesto feminista que no ha enfocado bien el asunto.

Etiquetas por todas partes

En este punto voy a ampliar un poco el campo y hablaré de conceptos relacionados con la diferencia entre género y sexo, algo que yo no termino de ver claro (para mí el género es puramente gramatical). Quede clara desde el principio, por tanto, mi confusión al respecto.

Si nos ponemos a mirar en algunos foros feministas hablan de «heteropatriarcado». He llegado a leer incluso que los hombres blancos heterosexuales que rondan los treinta años y que trabajan ejercen algún tipo de opresión sobre todo lo que no se incluya en ese grupo. Por el mero hecho de serlo, así sin más. Es decir: se oprime a las mujeres, a los homosexuales y cualquiera sabe a cuántos colectivos más. Estoy haciendo una simplificación, pero a mí me suena tan desquiciante como lo he expuesto.

Si uno empieza a investigar sobre el feminismo y temas afines se encontrará inevitablemente con muchísimas etiquetas para dar nombre a realidades diferentes que, según dicen sus promotores, es necesario que lo tengan. Así nos encontramos a personas que dicen enamorarse de cualquier sexo aunque solo tengan atracción sexual por uno de ellos, otros que se consideran de un tercer sexo o incluso que no tienen de eso, otros que se consideran hombre o mujer según la circunstancia…

En alguna conversación por redes sociales me han defendido que deberíamos preguntar a las personas cómo quieren ser tratadas nada más conocerlas. Yo, por mi parte, defendía que uno debe adaptarse a la forma de tratar a una persona según observara cómo se menciona dicha persona a sí misma. Es decir, si yo hablo con una mujer que se siente hombre y él se trata a sí mismo como varón, yo lo trataré como varón, posiblemente tras una pregunta de extrañeza. Pero ir (pongamos como ejemplo un estereotipo) a un hombre de dos metros con brazos como andamios y preguntarle si quiere que se le trate como mujer o como otra cosa… me resultaría extraño y violento.

Para mí la realidad en este sentido es bien simple. Hay dos sexos: hombre y mujer. Puedes ser transexual, si no en apariencia, en pensamiento. Una persona se puede sentir atraída por otra por físico o no, puede enamorarse de otra del mismo sexo o del contrario… Todo eso me da igual: yo respetaré y me adaptaré a lo que me indique a la hora de tratarla. Particularmente pienso que aquellas personas que se atribuyen una etiqueta se marcan más de lo necesario, pero si consideran que es necesario para su lucha no seré yo quien les critique. O a lo mejor es que soy un hombre blanco heterosexual opresor y lo veo todo muy fácil, no sé.

Pienso que este tipo de luchas deberían ir poco a poco. Hoy en día tenemos bastante con mejorar la situación social de la mujer y de los homosexuales, que no es poco. Si nos metemos en la transexualidad la cosa se complica sobremanera, más aún si presentamos al resto de la sociedad estas etiquetas que distinguen género y sexo. Insisto: no me parece censurable que aquellas personas que se sienten identificadas usen dichas etiquetas, pero creo que deberíamos ir paso a paso, no rizar demasiado el rizo.

Conclusión

He redactado este artículo de un modo sincero aunque provocador en algunos puntos. Espero que mis lectores comprendan que aún no tengo una visión formada sobre muchos de los temas que he tratado aquí y que, por lo tanto, en los comentarios opten por corregirme u opinar en aquellos puntos donde consideren que mi opinión no es válida en lugar de ese apedreo al que hacía referencia al principio del artículo.

No sé si soy machista pero tampoco me considero feminista. Yo opto por tratar a todo el mundo como considere que debo hacerlo, analizar mi comportamiento para ver en qué puedo mejorar y aprender de todo aquello que veo. Tendré mis fallos, tendré mis momentos de machismo no intencionado. Sin embargo, por desgracia he visto demasiado feminista o gente que se hace llamar como tal que pelea por causas que no me parecen las correctas, por lo que declararme feminista no me parecería justo para aquellos que sí defienden esta causa con criterio.

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16 respuestas

  1. me parece una entrada muy acertada aunque puntualizaría que el término feminazi lo inventó uno cuya ideología es la misma solo que sin el femi (Rush Limbaugh es de esos elementos que me hacen planetarme mis principios más buenistas respecto a mis semejantes). Entiendo el uso que le has dado y su contexto y tal.

    Posiblemente por educación todos seamos algo machistas pero irse al otro extremo, que no es el feminismo, es tambié peligroso.

    Un abrazo o abraza :P

    1. Muchas gracias por el aporte. Desde luego, ningún extremo es recomendable.

    2. RevueltaFeminista

      cualquier linea de pensamiento que crea que puede oprimir a otras personas, es peligroso.
      Adrian he mandado dos respuestas, porque creí que no la habia mandado jejej. Me gusta mas la primera que te mande

      1. Cuando una respuesta lleva varios enlaces requiere aprobación. Ya está publicada.

  2. Sé que estos post traen siempre polémica, cuando no algún insulto, por lo que en principio hay que tener un poco de valentía. En general soy de los que veo más lo bueno que lo malo, así que me parece buena entrada, sobre todo porque refleja lo que pasa por tu cabeza, tu opinión libre, etc. :) Pero bueno, sí que me parece bastante criticable algunas cosas. Cuando has hablado sobre la transexualidad, quizás no es lo que quieres decir, pero parece como si dijeras que no es importante defender un trato adecuado para transexuales. Ha quedado demasiado simplificado. Vamos, que es tan importante defender a los transexuales como a homosexuales y luchar por la igualdad en general. Tampoco me parece necesario comenzar preguntando a cada persona si quiere que se la trate como hombre o mujer, pero no se puede dejar «para después», es algo que debe ir ligado a la lucha feminista.
    Con respecto al lenguaje inclusivo sí que estoy bastante de acuerdo contigo, me parece una pérdida de tiempo si se enfoca la lucha feminista en usar la e o la x en «todes» o «todxs», pero sí que me parece buen recurso cuando se quiere dar notoriedad de que estás por esa lucha cuando se habla por ejemplo en redes sociales o foros. Pero no es necesariamente machista que los términos neutros sean casi siempre iguales a los masculinos, vamos, de ningún modo estás despreciando a tus alumnas porque llames a tus alumnos «tus alumnos» valga la redundancia. Es decir, que se usen neutros iguales al masculino NO es machismo.
    Otra cosa que también te tengo que criticar es que digas que no te consideras feminista. Creo que todos debemos ser, o intentarlo al menos, feministas. Una persona feminista es aquella que lucha o por la igualdad o que en definitiva rechaza cualquier trato de inferioridad a otra persona por cuestión de sexo. Punto. No hace falta que seas fanático de ninguna asociación feminista para serlo, ser feminista es querer la igualdad. Y todos debemos ser feministas, estemos más o menos implicados en esa lucha.

    1. RevueltaFeminista

      Que bello esto que pones.
      «Otra cosa que también te tengo que criticar es que digas que no te consideras feminista. Creo que todos debemos ser, o intentarlo al menos, feministas. Una persona feminista es aquella que lucha o por la igualdad o que en definitiva rechaza cualquier trato de inferioridad a otra persona por cuestión de sexo. Punto. No hace falta que seas fanático de ninguna asociación feminista para serlo, ser feminista es querer la igualdad. Y todos debemos ser feministas, estemos más o menos implicados en esa lucha.»
      Añado este enlace que me gusta mucho
      https://www.youtube.com/watch?v=85fqNwDKXfA#action=share
      Perdón por que todo es youtube, estoy en la misión de subirlo todo a redes libres:)

    2. Me parecen muy lícitas tus críticas Juanjo, muchas gracias.

      Llevas toda la razón con respecto a la transexualidad, la redacción no es clara: por supuesto que es un tema por el que hay que luchar igual que la igualdad de cualquiera.

      Respecto al trato, no pienso que se deba dejar «para después» sino adaptarnos a la forma de tratarse que emplee cada persona. Hay mucha gente que no está enterada de estos temas y preguntar primero me parece incluso contraproducente en según qué casos.

      Por lo del lenguaje no entro, lo siento. Entiendo el razonamiento que expones tú y tantos otros, pero me causa incluso rechazo. Me cuesta leer un texto escrito de un modo que considero incorrecto. Quizá tengo que seguir acostumbrándome, aunque dudo que lo haga a estas alturas.

      De acuerdo con la concepción que expones del feminismo, entonces sí puedo decir que lo soy, solo que el término me parece demasiado trascendente, demasiado importante como para aplicármelo con las poquitas acciones que realizo al respecto en mi día a día.

      Muchas gracias por el enlace que añades, RevueltaFeminista.

  3. RevueltaFeminista

    Mi respetado Adrián.
    Primero decirte que te felicito por la humildad con la que te metes en
    estos barros tan interesantes.
    Segundo decir que a mi como feminista en practicas, me gusta leer como
    se percibe nuestra lucha, por ojos ajenos.
    Tercero machistas somos todes, ya que es como nos han educado. Y al
    igual que salir del sistema operativo impuesto es trabajoso y requiere
    de que aprendamos cosas nuevas, salir del orden patriarcal también.
    Y con el mismo respeto que tu has escrito yo voy a intentar aportarte
    cosas que he descubierto.
    En el tema Trans te dejo este vídeo que a mi, me cambió la vida. Es un
    tema complejo porque afecta los sentires.
    https://www.youtube.com/watch?v=LlvXzdkgkgI#action=share
    En el tema del lenguaje, entiendo como profesor tu reticencias. Yo que
    soy de las que escribe «mal» ya que opto por le «E» por lo de los
    lectores para la diversidad funcional, decirte que es mas una respuesta
    a la generalización de lo masculino como lo que nos incluye a todes. No
    porque lo masculino me parezca mal, si no porque creo que para existir
    hay que ser nombradas. Vuelvo a las referencias informáticas, el código
    es imprescindible para que el ordenata reconozca ordenes. Nombrarnos
    sería como escribir código (se muy poco de este tema así que no si el
    ejemplo vale:)
    Respecto a lo SCUM de algunas luchas, vaginas al aire, solo darte un
    dato, tengo 45 años y sobre mis genitales y mi menstruación llevo
    hablando muy poco tiempo. Ya que me educaron para esconder esas cosas.
    Con esto lo que quiero decir es que es una rebelión simbólica al
    ostracismo al que el orden patriarcal arrojo nuestro cuerpo. Ojo que yo
    coincido contigo en la extrañeza que me provoca, pero me lo estoy
    trabajando ya que seguro tiene que ver con como me han educado.
    Si me aceptas un consejo, no puedes poner «los errores de ciertos
    sectores feministas» sin que te caigan palos. Es como si yo que acabo de
    aterrizar en GNU-LINUX hiciera un texto diciéndoos que os equivocáis al
    enfocar así vuestra lucha. Dicho esto, comparto contigo que «violador en
    potencia» es una mala estrategia. Primero porque no es cierta y segundo
    porque eso nos convierte a nosotras en potenciales víctimas. Y las mujeres
    ya no queremos ser victimas. Pero hay mucho trabajo por hacer. No olvidemos que las violaciones se usan como arma de guerra.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_violaci%C3%B3n
    Aunque tengo que reconcer que me gustaría un artículo de hombres cuastionando a otros hombres. Haciendo
    un detallado analisis de porque en vez de empatizar, inventan terminos como Feminazis o Hembristas. ( apreciese como cuando le interesa al Orden Patriarcal, se pueden inventar terminos sin que nadie defienda la pureza del idioma)
    En conclusión me gustaría trasmitir una idea. El feminismo se ha
    radicalizado en las formas, es cierto, pero apelo a vuestra empatía para
    comprender los motivos. Las mujeres somos sometidas en todo el mundo,
    bajo el beneplácito de gobiernos, religiones y ciudadanía.
    Nos increpan por la calle, nos manosean en el metro, nos juzgan si
    nuestra sexualidad es libre. Nos atacan si no somos madres, nos atacan
    si lo somos pero no como se espera de nosotras. Todo esto en lo
    simbólico. Pero además nos agreden y en demasiadas ocasiones nos matan.
    La sensación que tenemos es que estamos en guerra contra un sistema que no nos deja
    ser libres. Y la guerra es una cosa mala, en la que se cree que el fin justifica lo medios.
    Yo no comparto esta idea, pero es como funcionamos en esta parte del mundo.
    Todo esto sumado a que MACHISTAS somos todes y que las formas del orden
    patriarcal nos dibujan el ADN, hace que una nueva generación de mujeres
    a las que el capitalismo, para vender, nos ha dicho que somos libres,
    tengan este lado transgresor. Yo no lo comparto, pero lo defenderé hasta
    que de verdad las mujeres seamos tratadas como seres humanos.
    Francesca Gargallo, me enseño mucho sobre mis privilegios de BLANCA, HETERO, PRIMER MUNDO:)

    https://soundcloud.com/traficantesdesue-os/feminismos-latinoamericanos-aportes-para-la-emancipacion-desde-la-resistencia
    Y como final y solo para provocarte te diré, que es verdad que el
    hombre, blanco, heterosexual y RICO, ha definido el funcionamiento del
    mundo. Explotando a otros territorios para sus fines. Esclavizando a
    personas para su progreso. Y pensando que se lo merecía todo porque era
    lo evolucionado. Esto no se lo inventan las feministas, solo lo relatan.

    Enfrentarnos a nuestros privilegios, que muchas veces creemos que son
    derechos pero no lo son, siempre es duro y dificil.
    Yo con Yayo Herrero aprendí que mi estilo de vida
    oprimía a otras personas del planeta. Y eso ha cambiado mi percepción del mundo.
    https://www.youtube.com/watch?v=67ErMMk4f1E#action=share
    No es malo ser machista vecino, porque todas y todos lo somos. Lo malo es no
    cuestionarte y no querer dejar de serlo. Y esta claro que ese no es tu caso.
    Te felicito e invito a que sigas investigando. Porque para mi
    los feminismos son herramientas de empoderamiento personal. No solo para las mujeres.
    Para mi los femimismos son el software libre que viene a hackear este sistema injusto.
    Te dejo una entrada que escribí sobre las cosas que he descubierto en los 4 años que hace que investigo que es esto de los feminismos:)
    https://revueltafeminista.wordpress.com/2016/03/11/los-feminismos-crecen-con-la-autocritica/

    1. Muchísimas gracias por tu comentario y tus muchas aportaciones, RevueltaFeminista. Me has dado una nueva visión sobre algunos de los temas que trato, lo cual es de valorar. Miraré poco a poco esos enlaces que pones para seguir aprendiendo. Desde luego, desde la honestidad y el respeto es el único medio para alcanzar un debate sano y aprender todos de todos.

  4. En primer lugar, me ha gustado leer tu entrada. En general me agrada leer las opiniones y descubrir las diferentes maneras de pensar de los demás, sus ideologías, leer sus críticas, sus opiniones… Pero en particular me gusta leerlas sobre el feminismo. No existe ni existirá nunca un manual de «Cómo ser un buen feminista» (o buena feminista). Porque el feminismo es el camino que va hacia la igualdad, a la tolerancia, a la justicia social, al respetarnos y querernos tal y como somos. El feminismo implica equivocarse, errar, como humanos que somos. Pero también implica corregir nuestros errores, los propios y los ajenos ( siempre con buena voluntad y buenas maneras), buscar el camino más acertado para convivir en comunidad, y crear soluciones para las cagadas del ser humano. Porque la hemos cagado, todos… Y mucho. El feminismo se encuentra por todas partes, pues. En todos los ámbitos. Y es que es un continuo aprendizaje, una manera de avanzar, también con sus caídas, pero al fin y al cabo, avanzar. Es cierto que algunos queremos que todo sea inmediato, que las heridas cicatricen rápido y que el feminismo actúe de manera instantánea en la mente de todos. Pero es un proceso que nos va a llevar mucho tiempo, trabajo y sobretodo, esfuerzo. Así que si alguien comete un error o una injusticia, hay que actuar. Actuar de la manera más pacífica y comprensible que se pueda, intentando corregir sin degradar a otro y sin faltas de respeto.
    Yo pienso que si ves tu error, si te das cuenta de que ves y, en ocasiones, tienes actitudes algo machistas (que todos y todas las tenemos, SÍ) te arrepientes, y las intentas corregir, ya te estás encaminando hacía la lucha por el feminismo. Porque lo primero que tenemos que hacer, es abrir los ojos y aceptar de que vivimos rodeados de situaciones e injusticias machistas… Y una vez que tenemos los ojos bien abiertos, actuar.
    Un saludo y un placer haber leído lo que tienes dentro de la cabeza :D

    1. revueltafeminista

      es la definición mas bella de feminismo que he leído nunca. Me la copio y la difundo. Si te parece bien. Es mas me la voy a poner de Bio.

      1. Muchas gracias!!! Me siento muy halagada, de verdad. Tienes mi consentimiento para utilizar y publicar la definición, es un placer.
        El feminismo, tarde o temprano… te acaba tocando el corazoncito <3

    2. Un placer es haber leído este bellísimo comentario. Es una concepción del feminismo con la que concuerdo totalmente, y poco a poco espero acercarme a ella.

  5. Yamila

    «Sí, estoy diciendo que quienes dicen «todos y todas», «todes» y usan el femenino como género no marcado hablan mal.»

    Profesores de la carrera Letras han dicho a amigas mías que no les parece bien usar el, por ejemplo, «todos» ya que es del género masculino y usan «todos y todas». Repito, profesores de distintas materias de la carrera Letras. Creo que si nos lo proponemos, podemos incluir los lenguajes, valga la redundancia, inclusivos. Y te lo dice una persona obsesionada con hablar bien y escribir como es debido. Se puede.

    1. Evidentemente el tema gramatical, en muchos casos, depende de la visión que uno tenga de la misma, por eso hay gente que sigue acentuando el «sólo». En mi caso particular, por más que sea una construcción correcta o aceptable, siempre preferiré «todos» a «todos y todas» por mera economía del lenguaje, que es otra propiedad muy importante en nuestro idioma.

  6. […] hablado sobre feminismo tanto en un artículo muy largo en el blog, en otro sobre el 8M y en un episodio del podcast, y me gusta seguir a creadores de contenido que […]

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