Actualización 2023-07. He entendido por qué son necesarios estos espacios para lanzar un mensaje a la sociedad. Dejo aquí el texto a efectos históricos.
Llevo ya unas cuantas entradas hablando de temas relacionados con el género, y la entrada de hoy tiene cierta relación con la del 50-50 entre sexos.
Últimamente se está produciendo un fenómeno que, creo yo, hace unos años se hubiera visto como algo tremendamente discriminatorio y hoy se nos vende como una ventaja: el tener espacios reservados para mujeres. Me he cruzado con tres casos que ahora paso a comentar.
Los casos
Los dos primeros están muy relacionados: STEM Talent Girl y Adalab. Ambos buscan fomentar que las mujeres tengan acceso a ciertos puestos o disciplinas donde, se entiende, no tienen la suficiente representación.
STEM Talent Girl se define tal que así:
Proyecto educativo y formativo para el desarrollo del talento y el fomento de vocaciones científicas y tecnológicas dirigido específicamente a mujeres con el objetivo de inspirar y empoderar a niñas y adolescentes para que prosigan brillantes carreras STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics) mentorizadas por mujeres que desarrollan actividades profesionales en el ámbito de la ciencia y la tecnología.
Por su parte, Adalab se define del siguiente modo:
Impulsamos a mujeres jóvenes con dificultades de empleabilidad, para que se conviertan en profesionales líderes del mundo digital.
Lo hacemos a través de un programa integral dirigido a mujeres, que incluye formación intensiva en perfiles digitales altamente demandados y facilitamos su inserción en empresas colaboradoras.
Por último, tenemos el caso de los «espacios seguros», donde la mayor polémica ha estado en torno al Gaming Ladies, que se vendía como un evento para jugadoras donde no tener que lidiar con los problemas de paternalismo o faltas de respeto que se da en los espacios mixtos.
Las preguntas
Este movimiento me produce más preguntas que respuestas. Por una parte, puedo entender el motivo por el que nacen iniciativas así, pero por otra no puedo evitar acordarme de la segregación por sexos en los colegios religiosos, y me da bastante reparo alabar dichas iniciativas.
En el caso de STEM Talent y Adalab, es loable el objetivo de que las mujeres puedan acceder a puestos donde no tienen mucha representación. Pero le veo dos problemas: por una parte, si las mujeres hasta ahora no han accedido a esos puestos, ¿no será simplemente que, haciendo uso de su libre albedrío, han decidido no interesarse por ellos? Y por otro lado, ¿es necesario prohibir expresamente la entrada a los hombres? Es decir, ¿no basta con anunciar los cursos como orientados a mujeres pero con la entrada abierta a quien quiera?
Pongo por caso que estas iniciativas se popularicen y tengamos lugares donde solo hay cursos para mujeres mientras que los hombres no pueden acceder a esa oferta formativa. A lo mejor para muchos el solo hecho de plantearlo es machista, pero no me parece un escenario descabellado. ¿Qué ocurriría entonces?
Respecto al Gaming Ladies, podemos pensar que es muy triste que hayamos tenido que llegar al extremo de separar a hombres y mujeres porque el primer grupo no sabe comportarse cuando comparte espacios, pero no puedo evitar preguntarme lo siguiente: ¿tan acuciante es esta situación que, de nuevo, se debe prohibir la entrada a los hombres?
Como he dicho, todo esto me lleva a la segregación por sexos de los colegios religiosos, algo de lo que ya hablé por el cambio de manos de un colegio en mi pueblo. Esa segregación por sexos se puede justificar de un modo muy diferente: que los niños no se entretengan en clase mirando a las niñas o al contrario, ¿pero no consistía en eso la sociedad moderna? ¿En educar a los jóvenes para que sean tolerantes y erradicar las actitudes desagradables? ¿Eso se consigue con segregación?
Algunos me podrán decir que esto no es segregación, que es un espacio seguro para mujeres. ¿Qué diferencia hay? Es segregación vista desde un punto de vista buenista.
Precisamente hace poco han cerrado los colegios de la ONCE donde se internaba a niños con problemas visuales graves para que se integren en los colegios públicos. Siguiendo este discurso buenista, ¿por qué no volver atrás? Si se hace porque los niños con el privilegio de ver bien no opriman a los que no lo tienen, es por su bien, ¿no?
Concluyendo
Me considera una persona ecléctica y abierta de pensamiento. No quiero sonar alarmista ni ir radicalmente en contra de estas iniciativas y movimientos, pero bien es cierto que todo me huele muy mal.
Creo que soy más partidario de la situación que teníamos hace poco: todos tenemos las puertas abiertas del mismo modo y cada uno, en su libre albedrío, decide qué formaciones hacer y qué profesiones elegir, sin necesidad de que haya ningún tipo de ventaja ni de espacio exclusivo para nadie. Y desde luego, en el caso de las Gaming Ladies, es una cuestión de educación que no se va a solucionar segregando por sexos en los eventos de cualquier tipo.
Deja una respuesta