Maestra Paladín decía que se enfadó por un comentario sobre Mastodon que leyó en un directo de Twitch:

Ayer en un directo de Twitch, hablando de libertad de expresión y movidas varias, alguien en el chat comentó que qué lástima que Bluesky no funcione mejor, ya que no veía futuro en Mastodon porque… ¡no había una gran corporación detrás! y mira, menudo cabreo tonto me entró.

Entender el fediverso (y el software libre en general, diría) a nivel ideológico, más allá de la herramienta, requiere un esfuerzo que muchas personas ni siquiera se plantearán porque tenemos muchas mentiras clavadas en el ADN colectivo.

El hecho de que una tecnología solo es confiable si tiene una gran empresa detrás es una de ellas.

El correo electrónico siempre fue descentralizado, XMPP existe desde 1999 y es descentralizado, el fediverso es descentralizado. Ninguna de estas tecnologías nació con una única empresa detrás: fueron muchas empresas y muchos usuarios quienes las respaldaron.

De hecho, podría hacer un largo inciso sobre el email, una tecnología que está muy deteriorada por el control desde que ejercen las grandes tecnológicas. A día de hoy es muy difícil que pasen los correos de un servidor propio. 

¿Qué ocurre entonces? ¿Por qué muchos usuarios no confían en ellas? 

XMPP, el fediverso y otras tecnologías descentralizadas dependen de las personas. El funcionamiento habitual de estas tecnologías es que alguien (una persona o un grupo de personas) ponen sus recursos al servicio de los demás. 

Estamos en una sociedad egoísta. En general no confiamos en las otras personas. 

Nos han convencido de que el camino al triunfo se recorre en solitario, y las empresas que han triunfado, del modo que sea, tienen más recursos que cualquiera que ofrezca una instancia de una tecnología descentralizada. O eso piensa mucha gente. 

Solo basta abrir los ojos un poco para darnos cuenta de que nuestro día a día está controlado por empresas. Muchas de ellas, muy grandes. Nuestra cultura (películas, series, libros, videojuegos) dependen en muchos casos de grandes empresas, ya sea para su creación o su distribución. Hay lugares como España en los que salir con amigos depende de gastar dinero o ir a un centro comercial, lo cual requiere la presencia de una o varias empresas. 

Tras dos décadas en que internet se ha resumido a Google, Facebook, Amazon, Apple y Microsoft, por supuesto que el fediverso no va a triunfar. Cómo va a triunfar, si son cuatro chalados que montan un servidor. Para nada hay redes de colaboración entre personas y colectivos que ofrecen servicios alternativos y éticos como Chatons. 

No tengo una conclusión clara ni quiero que todo el mundo cambie de mentalidad de hoy para mañana. 

Lo que sí tengo claro es que el modelo tecnológico al que estamos acostumbrados no es la respuesta a nuestras necesidades tecnológicas. A la vista está: llega un multimillonario, compra la red social que se considera la plaza del pueblo virtual y se dedica a cerrar APIs y a cambiar las reglas. 

A lo mejor el fediverso tampoco es la respuesta pero, desde luego, prefiero confiar en la administración de una instancia y que mi dinero vaya a apoyar el esfuerzo de unas personas, antes de alimentar más a unas grandes corporaciones que, está claro, no miran por mi bienestar.

Esta entrada es una modificación de una serie de mensajes publicados en Mastodon.