Sobre la necesidad de apoyo económico a los creadores de vídeo que me gustan, la situación al respecto y las implicaciones que conlleva.
Introducción
YouTube está hecho un desastre. Desmonetizaciones, publicidad salvaje, amagos de expulsión por usar bloqueadores de publicidad. Si miramos Twitch (la otra plataforma donde están la mayoría de creadores por su mayor monetización) ocurre tres cuartos de lo mismo. Cada pocos meses hay polémica por cambios en sus términos. De todo esto me entero por el Minicast de Lynx Reviewer.
Yo veo muchísimo YouTube. Desde hace unos meses he reducido el tiempo que le invierto, pero continúa siendo bastante. Y hay creadores que realmente me aportan en mi día a día, personas que me ofrecen entretenimiento, reflexión y aprendizaje y que ven muy complicado mantenerse solo por los ingresos por publicidad de esas plataformas. Su deriva avariciosa y purista lo ponen muy complicado.
Soluciones
Para apoyar económicamente de manera más directa a un número reducido de creadores, mis primeras opciones son Patreon o Kofi. Por desgracia, muy pocos ofrecen estas plataformas (supongo que por esa necesidad de «entregar algo a cambio» de la suscripción), por lo que la siguiente opción es Twitch.
Yo no veo absolutamente nada en Twitch, y si lo hago es muy de tarde en tarde. No me gusta el internet sincrónico. Por otro lado, la plataforma de Amazon ofrece precios reducidos si se compra una suscripción para varios meses. Dado que muchos de los creadores que sigo en YouTube también tienen Twitch, es la siguiente opción lógica para mí.
Este apoyo económico más directo me parece algo necesario si queremos tener una alternativa real y de calidad a los medios de comunicación tradicionales. Al final, para tener contenidos de calidad de forma más o menos continua, el creador debe vivir de ello, y es algo que resulta directamente imposible a poco que se toquen temas controvertidos. Esta ayuda económica más directa resulta indispensable.
Mis líos internos
Admito una cosa. Veo YouTube o bien con bloqueadores, o bien desde Invidious, o bien desde FreeTube. Estas dos últimas ni siquiera acceden a la web de YouTube, aunque (creo que) sí llaman a la API. Sin embargo, sabiendo como sé la miseria que se llevan los creadores por el hecho de que yo me trague un anuncio que odio, no tengo el más mínimo remordimiento.
Sé que existen los miembros de YouTube, pero no los cuento porque tengo por norma no darle dinero a Google salvo que sea absolutamente necesario. No doy dinero a Google pero sí a Amazon, lo sé, soy un hipócrita.
Otra contradicción es que me gustaría que hubiera más privacidad online pero también quiero apoyar a estos creadores, y eso pasa por el hecho de que tanto plataformas como creadores sepan que soy yo quien hace ese apoyo, además de los intermediarios de pago. Ahora bien, teniendo en cuenta que estos creadores han encontrado en esas grandes plataformas su manera de darse a conocer, no parece que la privacidad vaya a llegar a este ámbito, y es algo con lo que estoy dispuesto a lidiar.
Por último, podemos pensar en alternativas libros como PeerTube. Hay dos problemas. Primero, este sistema descentralizado (y cualquier otra alternativa a las plataformas donde los influentes ganan sus dineros) no ofrecen en la actualidad y tienen muy difícil ofrecer sistemas de monetización efectivos. Segundo, no conozco (y puede ser fallo mío) a ninguno que los use más allá de los canales dedicados a temas afines.
Conclusión
Dada la situación actual con las plataformas y teniendo en cuenta las contradicciones ya citadas, para mí lo ideal sería que todos estos creadores que sigo tuvieran Patreon, Kofi o una forma de colaborar externa a las grandes corporaciones. Me consta que Patreon solo se queda con un 8% de los ingresos frente al 30% de los miembros de YouTube. Mientras esto ocurre, si llega a ocurrir, me consuelo pensando que, al menos, el resto de creadores a los que me suscribo por Twitch pueden tomarse un café al mes por mi suscripción.
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