El tema del tema

Título alternativo: «Las desventuras de un usuario de ClassicPress con los conocimientos justos para administrar su blog y con unas exigencias que él cree que son pocas pero que en realidad son muchas en la búsqueda de un aspecto para su blog que satisfaga sus caprichosas necesidades». Si no os he enganchado ya, no sé qué más tengo que hacer.

Ya conté en 2017 que buscar temas para WordPress es muy frustrante, al menos si hablamos del repositorio de temas oficial. Las vistas previas que muestra suelen estar tan recargadas que, a priori, parecen alejarse muchísimo del concepto de blog que yo tengo en mi cabeza. Básicamente, el mismo que hace dieciséis años pero adaptable para móviles.

Esto tiene una explicación muy simple: WordPress hace mucho tiempo que dejó de ser un sencillo administrador de blogs para convertirse en un sencillo sistema para administrar webs de cualquier índole. Como consecuencia, la pura administración de blogs fue complicándose cada vez más con el paso de las versiones.

No hay nada malo con eso: cada producto evoluciona según la demanda de sus usuarios. La vista previa que se muestra en el repositorio de temas se adecua a lo que (supongo) busca la mayoría de los usuarios: portadas llamativas y con muchos elementos para diferenciarse de sus competidores.

Pero yo solo quiero un tema para un blog personal sencillito. Una o dos columnas, disposición clásica de blog, letra grande, sin fuentes de terceros, sin carrusel de entradas, sin imágenes destacadas, sin cabeceras enormes: solo mi contenido. Por eso trasteé hace poco con generadores de sitios web estáticos.

La tarea se ha recrudecido aún más desde que tengo ClassicPress, que a los efectos es WordPress estancado en la versión 4.9. Hay que revisar si el tema en cuestión es compatible con esta versión específica, y en el repositorio no todos muestran el dato.

Poco antes de instalar ClassicPress había encontrado un tema que me gustaba: Marianne. Una única columna, letra grande, cambio automático a tema oscuro, widgets debajo de las entradas. Me gustó directamente por su vista previa, que tenía justo el aspecto que buscaba.

El problema es que requiere WordPress 5.3 y, con todo el dolor de mi corazón, tuve que cambiarlo cuando instalé ClassicPress. El elegido para suceder a Marianne fue TwentySixteen, el tema por defecto de WordPres del año (oh sorpresa) 2016, año en el que empecé a usarlo.

No tengo nada que objetarle, incluso conseguí eliminar el marco negro que rodea a todo el sitio. Pero tiene dos problemas para mí en la actualidad: es muy «estándar» (es tan usado que mi blog solo se diferenciaba de muchos otros por esa carencia de marco y el fondo gris) y ya lo he usado durante mucho tiempo.

Simplemente estoy cansado de ver mi blog con TwentySixteen. Sin más. Pero me era imposible encontrar un tema que me satisficiera: si usaba imágenes destacadas los temas no lo tenían; si usaba formatos de entradas, tampoco; o no permitían cambiar el color de fondo.

En todo los años que llevo usando WordPress puedo contar sin mucho esfuerzo todos los temas que he usado en este blog. Porfolio Press (que marcó la estética del blog desde entonces hasta ahora, con esos tonos gris y negro), Independent Publisher, Twuenty Sixteen y Marianne. Si me olvido de alguno será de uno o dos, a lo sumo. Cuatro aspectos principales en un blog con nueve años, inconcebible para mí.

Lo que no puedo contar son las veces que he intentado cambiar de tema, como tampoco puedo contar las veces que me cansé de buscar en el repositorio de WordPress.

Esta frustración ya me llevó a comprar un tema de pago para Al compás gaditano. El tema Graphene, que también había usado durante mucho tiempo y me encantaba (lo usaba tanto allí como en Lenguatica), por algún motivo dejó de funcionar fluidamente (ahora me funciona bien pero no es una opción porque incluye muchísimas fuentes de terceros en su versión gratuita).

El tema por el que me decidí fue ni más ni menos que el más vendido en ThemeForest: Soledad. Un palo por el lomo de 59 dólares, un precio que me parece muy elevado para un proyecto que realizo por afición. Problemas desesperados requieren soluciones desesperadas.

Pero volvamos a este blog. Después de invertir más tiempo del necesario revisando vistas previas en el repositorio de WordPress acabé en ThemeForest buscando temas compatibles con ClassicPress. Me estaba planteando muy seriamente adquirir Typology cuando en Mastodon mencionaron NoBlogs (gracias, Moribundo), un servicio. De pura casualidad vi una entrada donde anuncian que han añadido cuatro temas nuevos. Tienen todos los temas en su GitLab.

Entre estos cuatro se encuentra Lalita, el que podéis contemplar si entráis en el blog con el navegador. Está disponible en la web de los diseñadores y en el repositorio de WordPress, pero lo que hizo que me entrara por los ojos fue el sitio de demostración que han montado en NoBlogs.

Es un tema que en su versión gratuita ofrece una combinación de colores cuanto menos curiosa pero muy agradable a la vista. Tipografía grandota (he podido configurarla para que use las propias del sistema), tiene opciones para posicionar la barra lateral donde quiera u ocultarla y widgets en la parte inferior, entre otras características que me gustan. Además, su versión de pago cuesta 39 dólares, 20 menos que Typology, no duele tanto si me decidiera a comprarla.

El tema me encanta y, sin embargo, jamás lo hubiera elegido al verlo en el repositorio de WordPress. La vista previa no tiene nada que ver con lo que podéis ver en este blog: muestra una portada recargada, llena de imágenes y elementos llamativos.

¿Cuántos temas habré mirado en el repositorio de WordPress y me habré saltado por ofrecer una vista previa tan recargada? Esta pregunta me lleva a otras. ¿Son útiles los filtros del repositorio de WP? ¿Es esto un problema real o somos pocos los usuarios que queremos un tema sencillito? (o, al menos, que parezca sencillito en la vista previa).

Estos días he visto blogs de habla inglesa con diseños sencillos que me encantaron. Este que tengo no lo es tanto, pero es justo lo que yo necesito y le pido al diseño de un blog.

Preveo que Lalita se va a quedar conmigo durante una buena temporada. A lo mejor hasta rediseño el favicon.

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3 respuestas

  1. Sí bien es cierto que los colores son disruptivos frente a como venía siendo tu blog, como te dije en Mastodon, realmente te está quedando muy bien.

    1. Muchas gracias por el piropo. Solo me queda encontrar la forma de aplicar la traducción que he hecho.

  2. […] he dejado caer en las dos entradas anteriores (la del tema y la de las páginas) que últimamente he visitado bastantes blogs personales en inglés. En esta […]

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