Demasiada complicación

Estos días estoy algo nihilista.

No entiendo cómo hemos complicado tanto algo tan simple como es vivir. Todo son discursos engañosos, lenguaje complicado, asuntos que no podemos ni hacer el intento de entender.

Tanta complejidad solo sirve para perder de vista lo verdaderamente importante en esta vida. Realización personal y pasar buenos ratos con buena gente.

Este panfleto filosófico de chichinabo viene porque no paro de leer sobre educación, y lo que menos encuentro es educación.

Me gustaría que nos hablaran claro. ¿Quieren quitar la repetición? ¿Quieren que aprobemos a todos?

Pues que nos lo digan.

Tanta legislación nueva, tanto estrés porque no hay currículums, tanta burocracia y tanta tontería, ¿para qué?

Somos una guardería de adolescentes. La educación no importa, nunca ha importado y nunca va a importar en este país.

Pues que nos lo digan.

Y lo mismo con todo. Gas, luz, IVA, alquiler, salarios. Hemos avanzado mucho en los últimos siglos, sí, pero al final siempre es igual.

Hay curritos y hay ricos.

Pues que nos lo digan.

A lo mejor así los trabajadores dejamos de pelearnos entre nosotros por cualquier mínima tontería y nos ponemos de acuerdo en algo. En cambiar la situación aunque sea un poquito. Pero es más cómodo seguirles el juego.

Y me incluyo. Soy consciente de esto pero no hago nada por cambiarlo.

En fin, más que nihilista quizá debí decir pesimista. O realista, dirán algunos.

En serio, ¿cómo nos hemos complicado tanto la vida?

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