Vamos con otra trampa del lenguaje en relación con las empresas, muy parecida a la que ya comenté de Apple.
Encuentro el siguiente titular en Espinof:
‘Eternals’ sería mejor con estas cuatro escenas eliminadas: Marvel se equivocó quitándolas de la película que ya puede verse gratis en Disney+
(La negrita es mía. No entro a valorar la noticia porque no he visto la película.)
Me llama poderosamente la atención la afirmación de que haya una película «gratis en Disney+» porque no es la primera vez que la oigo. La he escuchado de boca de algunos conocidos, y es otro caso más en que las empresas acaban imponiendo su visión de la realidad.
Durante el confinamiento y las restricciones en el cine, Disney puso en práctica lo que llamó «Acceso anticipado»: ni más ni menos que cobrar 21€ extra por poder ver una película que debió estrenarse en cines antes de que estuviera disponible en el catálogo de la plataforma.
Y ahí está la trampa. De ahí viene la fracesita de «gratis en Disney+». Que no cobren 21€ extra no quiere decir que sea gratis. Ni muchísimo menos.
Están cobrando los 70€ al año que vale la suscripción.
Cada quién lo considerará más barato o más caro según su poder adquisitivo, pero desde luego, algo que cuesta 70€ no es gratis.
Puedo entender que algo se considere «gratis» si no tiene ninguna restricción de acceso más allá de la propia conexión a internet (que tampoco es gratis). No es el caso ni de esta ni de ninguna otra plataforma de streaming.
Hemos interiorizado que algo es «gratis» en una plataforma de streaming por no tener una restricción de acceso más allá del precio de la suscripción. Como si nos hicieran un favor.
¡Oh, gracias, benevolente Disney, que me dejas ver tu película sin cobrarme más! ¡70€ no son suficientes! ¡Gracias, porque tus películas no son un éxito rotundo y necesitas que la gente pague 91€!
No debemos caer en esta trampa. No debemos jugar con sus reglas. Debemos ser conscientes de nuestras decisiones como usuarios y no dejar que nos dirijan el pensamiento.
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