Treintaydos

El pasado día 19 fue mi trigesimosegundo cumpleaños, y en esta ocasión me apetece contaros qué es de mi vida.

He tardado tres días en escribir estas líneas porque este verano soy una montaña rusa emocional. Lo mismo me despierto muy animado y luego me abato que comienzo el día con el ánimo por los suelos y lo acabo exultante. Estoy tocado incluso en mi capacidad de concentración: llevo todo el verano siendo incapaz de centrarme en nada concreto. Ni películas estoy viendo, más allá de las de cine.

Aunque no son temas en los que esté pensando continuamente, tengo mis razones. El curso académico fue durísimo y puede haberme dejado ciertas secuelas a nivel emocional, y mi situación personal no es la que hubiera imaginado hace unos años. Me veo soltero después de cuatro años de relación y en casa de mi madre tras cinco años independizado.

Sin embargo, ahora mismo (a lo mejor dentro de media hora pienso distinto) me da igual. Tengo a la vista la posibilidad de volver a independizarme en unas condiciones muy beneficiosas para mí, y siento que la soltería me hace bien.

Tengo muy próximo el comienzo del curso 21–22, y solo espero que las condiciones me sean propicias. Todo lo demás ya vendrá si tiene que venir.

Por cierto, como soy una veleta con el asunto os comento que estoy en Twitter y en Mastodon. Además tengo una cápsula Gemini de la que espero hablaros pronto.

Respecto al blog, tengo varias entradas programadas. Lo cierto es que no sé si seré capaz de mantener una periodicidad, pero tampoco es una prioridad ahora mismo.

Debo terminar esta entrada dando las gracias a esos poquitos lectores fieles. Sé que sois varios, incluso personas que me leen desde que empecé a escribir blogs allá por 2006, cuando aún era un chaval casi imberbe. Sean cuales sean mis circunstancias, esté o no en redes sociales o tome las decisiones absurdas que tome, siempre tendré un espacio donde podréis encontrarme, y es maravilloso saber que hay personas que siguen conmigo al otro lado de la pantalla. De verdad, gracias.

Ahora, a vivir los treintaydos como mejor se pueda.

Categorías:

Una respuesta

  1. […] nuevo en casa, en verano, os contaba en Treintaydos que estaba fatal de ánimos. Recuerdo julio como un mes en el que apenas pude concentrarme para […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *