Últimamente no paro de encontrarme artículos y noticias que me hacen saltar todas las alarmas. Ese internet con el que tanto he aprendido cada vez hay más cabreos, más extremismos, más intolerancia, menos respeto y lo que es peor, menos responsabilidad ante lo que uno escribe o hace. Lo cual es verdaderamente chungo en una era en lo que se nos conoce por nuestro nombre real.
Vamos a empezar con algo sencillo. Va a El Hormiguero una adolescente de quince años que quiere ser astronauta. Una auténtica niña prodigio que ha visitado todos los centros de la NASA y que es políglota. ¿Qué hace Twitter? Reírse de sus orejas.
Una comunidad que enseña fotos de familiares de un asesino, como si esas personas fueran igual de culpables y se merecieran el escarnio público. La protección de datos por el arco del triunfo.
Hace poco hablé de YouTube y de la responsabilidad de los creadores. Entonces no quise dar ejemplos porque pretendía hacer un comentario general: este es el momento. Y hay tela.
Jorge Cremades se inventa datos de violaciones, MrGranBomba llama caranchoa a un repartidor por la calle y sube la broma sin su permiso a internet, ReSet da un paquete de galletas con dos de ellas llenas de dentífrico y ni se molesta en tapar la cara al indigente. La recompensa del primero es que Hawkers le comprara su canal, el segundo está denunciado pero no muestra ni el más mínimo arrepentimiento.
La vida se compone de personas, delante y detrás de la pantalla. Detrás de cada enfado, de cada insulto, de cada vídeo, de cada dato que se expone hay dos personas: una que lo hace y otro que lo ve o lo padece. Y mucha gente parece olvidarse de ese segundo componente.
Al final todo esto es un problema de educación. Si ponemos delante de un teclado o una cámara a energúmenos que no saben hacerse responsables de lo que dicen, tendremos esto para siempre, puesto que internet ha llegado para quedarse y cada vez está más extendido. La pregunta es: ¿quién se encargará de hacer esa ingente labor educativa?
Hay que tener en cuenta, no obstante, que estos son los casos que hacen ruido. Cada día hay muchísima gente creando contenido sano sin meterse con nadie, pero el hecho de que cada vez sean más numerosas las noticias de irresponsables que hacen ruido quieren decir algo.
Por el camino que vamos, cualquier día encuentras tu cara en un vídeo viral. Y a ver quién se ríe entonces.
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