Alimentos-medicamento

En televisión ocurre algo muy curioso. Cuando se anuncia un medicamento se deja bien claro para qué sirve, y todos tienen su pantallita final azul donde se nos dice que consultemos al médico antes de consumir el producto. Sin embargo, hay otra serie de artículos que también aparece en televisión, que también tienen como objetivo (directa o indirectamente) modificar el cuerpo del cliente, y que no tienen esa advertencia.

Yogures para mejorar las defensas, para el «flujo intestinal» y para el colesterol son solo tres ejemplos. De esos tres, al menos uno he leído varias veces que tiene efectos contraproducentes en el cuerpo: si no se toma cada día (como se dice en el anuncio) se es más propenso a resfriarse.

¿Por qué unos tienen el aviso y otros no? ¿Por qué se aplican unos criterios a unos productos y a otros no? ¿Por qué unos se venden en supermercados y otros en farmacia?

Personalmente, a estos alimentos que sirven para modificar nuestro cuerpo los llamo alimentos-medicamento, y se puede unir con toda esta caterva de productos «con apellido» (¿cuántos tipos de leche hay en el mercado? con vitaminas de todo el alfabeto, con alfa y omega, con calcio…)

Mi filosofía en todos ellos es siempre la misma. Comprar productos cuyo nombre sea lo más sencillo posible. Yogur natural, de limón o griego. Leche desnatada, semidesnatada o entera. Todo lo demás, invenciones cuyo cometido no queda del todo claro y que, personalmente, prefiero evitar.

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