No entiendo el fenómeno fan

Las manifestaciones del fenómeno fan son de lo más variado. Pueden ir desde gestos muy sencillos hasta actuaciones que demuestran verdadera devoción por un artista. De eso habla esta entrada cuyo título realmente no es del todo correcto: puedo entender que una persona tenga devoción por un artista pero yo (me atrevería a decir) nunca llegaría a muchas de estas manifestaciones.

Lo más sencillo es seguir a los grupos en redes sociales e interactuar con ellos. Dan favoritos, retuitean, responden a sus mensajes… solo con el afán de ser conocidos por ellos y recibir algún tipo de gesto en el siguiente concierto, aunque el artista solo les reconozca por ser alguno de los pesados de las redes sociales.

Luego están las acciones propias del MundoReal™, desde comprar cualquier merchandising, esperar horas tras el concierto para recibir un autógrafo, una sonrisa y una foto e incluso hacer quedadas para ir a cualquier punto de la geografía del país para ver un concierto.

A mí me gustan muchísimos artistas y, cunado puedo, voy a alguno de sus conciertos. De hecho, en pasados meses he ido a conciertos de varios artistas reseñados en este blog. En ocasiones he seguido a artistas en diferentes redes sociales, incluso a miembros de un grupo individualmente, pero rápidamente dejaba de hacerlo.

Para mí, la interacción con un artista consiste en ver vídeos de sus canciones, ir a alguno de sus conciertos si puedo y, a lo sumo, comprar su disco. Soy incapaz de más, ni siquiera de mantener un seguimiento en redes. Me saturo si sé todo lo que hace un artista, me aburro. Y en un mayor grado de implicación (merchandising y recorrer el país) me parece una pérdida de dinero, con la cantidad de artistas que hay y que también merecen atención. Por supuesto es una forma de gastar el dinero tan respetable como cualquiera de las mías aunque a mí no se me ocurriera hacerlo.

Sin embargo, y a pesar de todo esto, me parece increíble que muchos artistas no respeten el grado de implicación con su trabajo de muchos de sus fans. Hace poco fui a un concierto, por gusto de uno de mis conocidos nos quedamos esperando en la puerta trasera del teatro para sacarse una foto, y tras hora y media de espera, el artista salió, se hizo una foto con el grupo (menos de veinte personas) y se fue a toda leche tras decir que no se paga por hacerse una foto sino por ver el concierto.

Si yo fuera un fan de los expuestos anteriormente y ahora estuviera despechado podría hacer una campaña en redes sociales que haría mucho daño a la imagen del artista. Por suerte separo al artista de la persona, pero en estos tiempos de redes sociales, donde el artista está en contacto directo con sus fans, es muy importante no solo ser bueno sino también ser cariñoso con sus fans, fuera y dentro de las redes. No sería el primer caso de artista que se hace mucho daño a sí mismo por decepcionar a sus aficionados.

En resumen, el fenómeno fan es bastante complejo y bastante incomprensible para mí. Por una parte, no comparto ese grado de implicación con ningún artista, pero tampoco entiendo que algunos artistas todavía no se den cuenta de lo importante que es este fenómeno para ellos.

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