En esta entrada pongo a parir un libro y su género. Con ensañamiento. No iba a poner nombres, pero qué demonios.
El lector perdonará, eso sí, que no deje enlaces ni al sitio web del autor, ni a la ficha del libro, ni siquiera una imagen de la portada del mismo. No voy a regalarle visitas: aún me queda algo de dignidad.
Hace poco cometí la desfachatez de comprar Gestiona mejor tu vida de Berto Pena, autor de un conocido blog de productividad que trabaja como consultor de esto mismo y que vende sus cursos a grandes empresas.
Había leído bastantes entradas de este hombre y siempre o casi siempre sacaba alguna idea interesante, algún hábito que implementar o alguna forma de mejorar lo que ya hacía. Por esto, ingenuo de mí, siempre había tenido curiosidad por este libro de 2009 y, para abultar un pedido, me lancé a comprarlo sin preguntar a mis conocidos.
Os prometo que, por más que miro, no veo la diferencia entre este y un libro de autoayuda (género que, por otra parte, nunca he leído pero que me imagino de un modo bastante nítido). Me han dicho que tuvo que abandonar Twitter por las malas críticas que recibió, y me lo creo.
Lo primero que llama la atención es el uso de las mayúsculas. Este hombre habla de Productividad Personal, Motivación, Creatividad, Serenidad, Concentración, Giros, Actitud Mental Positiva y yo no sé cuántas palabrejas más, todas en mayúscula, igual que los cristianos (y perdonad el palo tan gratuito) hablan de su Dios. Esto puede estar bien en una entrada de blog de pocos cientos de palabras, pero en un libro, con sus pocos cientos de páginas, es tremendamente agobiante.
Pero pasemos de la forma (a la que por otro lado tampoco puedo criticar mucho más, los capítulos se dividen en pequeñas secciones que agilizan la lectura; sabe cómo vender) y vayamos a lo importante, que es el contenido. Si lo hubiera.
Pienso yo (y a lo mejor soy solo yo) que alguien que compra un libro de productividad lo que busca son claves sencillas y claras que pueda implementar en su día a día para mejorar. Y justo esto es lo que promete este libro. El problema viene cuando lo promete desde la página uno hasta la setenta y cuatro y todavía no te ha dado ni una miserable clave concreta, tan solo promesas y reflexiones abstractas sobre la Motivación, Serenidad y Concentración, aderezado con algún «ejercicio práctico» para que digas «eh, que este tío me hace pensar».
Por supuesto, su método es infalible porque él es el ejemplo vivo de que funciona. Mejoró su Productividad Personal porque aplicó los infalibles Giros que ahora nos propone y que van a suponer una Revolución en Nuestra Vida. Igual que aquél que encontró la iluminación mientras subía montes corriendo y de espaldas.
Después de las ochenta páginas que componen la introducción y la primera parte, llega el grueso de la obra, la segunda parte, que nos presenta esos Giros. Ocho capítulos. El primero es oootra introducción donde nos presenta los Giros y cómo debemos leerlos (despacito para digerir mejor la valiosisísima información que nos va a regalar, en un momento y rincón adecuado para que no nos distraigan de la Verdad, etcétera, etcétera).
Una vez pasamos a los giros en concreto, lo primero que nos encontramos es «Proactividad». Ser positivo, visualizar el éxito, patatín patatán. Más de lo mismo. Nada. Como el libro que encabeza esta entrada. De hecho, creo que ese me hubiera venido mejor, al menos hubiera podido escribirlo yo con pensamientos útiles y no hubiera perdido el tiempo.
Pues así durante trescientas páginas. Lo único medianamente salvable es la tercera parte, en la que habla de productividad y tecnología, pero tampoco dice nada revolucionario (controlar a qué horas se mira el correo, desactivar notificaciones cuando se está trabajando y otros consejos bastante obvios para mí).
Veinte eurazos. Cuántos refrescos me habría podido tomar en buena compañía. Con ese dinero me habría podido comprar dos libros de bolsillo más. Pero no, tenía que saciar mi curiosidad comprando un libro específico (lo cual rara vez hago) y encima, de productividad. O de autoayuda, no sé.
Por lo que me han dicho, pocos libros de productividad se salvan y, si tienen el enfoque de este, lo entiendo. Además, por lo que siempre he podido leer, este tipo de obras van destinada a gente de oficina con mucha carga de trabajo, interrupciones habituales, gente en la que delegar y demás. Nada de productividad para estudiantes o para perfiles concretos con técnicas específicas que poder aplicar.
A mí no me hace falta que me digan que me tengo que motivar o que visualice el éxito. Todo eso ya lo hago. Lo que necesito son claves que me facilite el trabajo, algo aprovechable y en este libro, desde luego, no lo he encontrado.
Me han recomendado otro al que quizá dé una oportunidad para no dilapidar el género a partir de una única lectura. Pero este voy a buscarlo en otros lugares (ajem) para ver si es realmente útil o más palabrería porque aún me duele el estómago cuando recuerdo cuánto me ha costado la broma. No caigáis en el mismo error que yo.
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