He tomado una decisión para acabar el año. No sé cómo de capaz seré de mantenerla porque me conozco, pero es una decisión, al menos, más firme que otras veces.
Durante 2023 estaré alejado de las redes.
No voy a borrar mi cuenta en redes sociales porque me conozco y al final las echo de menos, y no me cierro la puerta porque seguro que me da por entrar a interactuar o comentar alguna tontería. Pero no voy a dedicarle el tiempo que le llevo dedicando este año y pico desde que volví.
Llevo unos meses en los que solo veo mal rollo. Y me es muy difícil abstraerme de todo eso, aunque no sea yo el receptor de esos malos rollos.
Pero esto no afecta solo a las redes. No voy a escribir ni grabar más allá de Radio Al compás. En lo que queda de año se publicarán dos Divagaciones más (tres si grabo una para contar esto mismo) y no tengo en mente hacer nada más, ni a corto ni a medio plazo.
Quiero centrar mi vida en mi trabajo (que me exige y me fascina a la vez), la cultura y dicho pódcast. Ya está.
Llevo creando contenido de forma ininterrumpida desde 2006. Desde antes en otras redes. Eso son casi 20 años dedicando tiempo y esfuerzo a las redes, por muy poca que fuera y por más que sea en un blog personal. Yo creo que está bien.
Tenía intención de escribir mucho (resúmenes de mi vida mensuales, reseñas culturales y un largo etcétera) y grabar mucho (retomé el Divagaciones con ganas). Pero estoy en un momento en el que la pregunta “pa qué” tiene mucho peso en mi cabeza. Y la respuesta que me viene es clara: “pa na”.
No quiero cargarme con más “obligaciones”. Sé que no lo son, pero me da rabia tener este blog abandonado sin comentar la situación, o dejar de grabar sin avisarlo.
2022 está siendo el año de soltar lastre, y ahora mismo mi presencia online lo considero como tal. Dado que no tengo ninguna necesidad profesional de mantener dicha presencia, me propongo esto por salud mental y por puro placer personal.
Pero ya sabéis cómo voy. Variable, inconstante, indeciso. A lo mejor digo esto y la semana que viene encontráis un pódcast diario. A la hora de escribir estas líneas, lo dudo mucho. Es un pensamiento muy sosegado y que lleva tiempo rondando, no es fruto de un impulso.
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