¿2021? Pues vale

El título resume perfectamente mi estado de ánimo y perspectivas respecto al año que entra. En pocas ocasiones me ha sido tan indiferente que un día estemos en un año y al siguiente, en otro diferente. Más aún con un año tan complicado como ha sido 2020 en muchísimos aspectos.

Ha sido un año complicado por lo evidente: coronavirus, confinamiento, mascarilla, gel, distancia social… pero también en lo personal y lo profesional.

Sin más, empiezo con el repaso del año siguiendo la estructura habitual: de mi vida personal, vida profesional y vida frente a las pantallas.

Vida personal

En junio terminé una relación de cuatro años. Basta decir esto para que cualquiera que haya pasado por lo mismo sepa lo que supone.

En enero nació mi sobrino. Es la mayor alegría que me he llevado en este punto. Más que suficiente, desde luego: se me cae la baba con él. Lamento poder verlo tan poco por trabajar lejos.

Por supuesto, nada de viajes. Fue un tema que decidí en 2019 y el mismo 2020 me ha obligado a cumplirlo.

Poco más que contar en la vida personal, realmente. Bastante ha sido ya.

Ahora se me abren muchísimas posibilidades en el horizonte, pero como digo, no las espero con un ánimo particular. Llegará lo que tenga que llegar. Además, el ámbito profesional influye mucho en este tema.

Vida profesional

Como ya lo conté todo en la entrada anterior, aquí solo diré que ha sido un año de muchísimo trabajo, pero creo que he aprendido a gestionar un poco mejor el estrés.

Espero que lo que queda de curso sea algo más tranquilo. Siempre suele serlo.

Vida frente a las pantallas

No hay nada destacable que contar en este apartado. He agradecido mucho tener los aparatos que tengo para hacerme algo más fácil el trabajo durante el confinamiento, y lo que he investigado respecto a la tecnología ha sido para el trabajo. Me he establecido en el mundo Apple y uso la tecnología como herramientas, no como un fin, aunque de vez en cuando tenga ciertas incursiones en mis antiguos ideales tecnológicos.

El blog se ha visto francamente abandonado este año, al igual que el podcast de Divagaciones. El podcast dudo que lo retome, pero sí puedo decir que ya tengo muchos borradores casi listos para darle continuidad al blog.

Además, hemos retomado Radio Al compás, el podcast de carnaval del que ya os hablé y que me está dando muchísimas alegrías. Los pocos oyentes que tenemos nos dejan comentarios, está gustando mucho, y eso anima a seguir adelante.

El año que entra va a ser para preparar un nuevo proyecto y para darle salida a muchísimos borradores que tengo a medias.

Eso sí, me siento poco conectado con este mundillo online que tanto me apasionaba antes. Supongo que haber estado tanto tiempo en redes ha hecho efecto rebote en mí, y a día de hoy relativizo mucho ciertos asuntos a los que antes daba mucha importancia.

Con todo lo que llevo pasado durante este año, en 2021 solo quiero la tecnología para ver series, películas, leer y hacer mi podcast. Nada destacable en realidad, podría hacerlo en cualquier sistema.

Repaso a los propósitos de 2020

Contunúo con esta absurda tradición de los propósitos. Qué le vamos a hacer, soy un romántico, y si esto me viene bien a mí para valorar un poco cómo ha ido el año, pues ya está.

Al tema:

Mirar a la gente a los ojos. Por mi problema de vista no tengo esta costumbre, y es algo que me gustaría cambiar.

Fracaso total y absoluto. Hemos estado tres cuartos del año alejados del mundo, y cuando me he acercado a alguien no me he acordado demasiado de este asunto. 2021 no se presenta mejor en este sentido, así que es algo que descarto de momento.

Estar más atento. Día tras días pierdo o se me despistan muchísimos objetos, y es por no estar en lo que estoy.

Conseguido, o al menos, en proceso. Mientras escribo esto no recuerdo haber perdido nada que me creara un gran trauma.

Continuar con el ejercicio con algo más de constancia.

Conseguido. No he sido tan constante como me hubiera gustado, pero las circunstancias tampoco lo han permitido, así que me contento con lo que he hecho.

Leer al menos un libro al mes, que no haya meses sin lectura. Aunque sea un libro corto.

Fracaso total y absoluto. El confinamiento rompió totalmente mi rutina de lectura, y no he sido capaz de recuperarla.

Ver más contenido en inglés. Dado que no sé si durante el año seguiré para el B2, no quiero perder el hábito con el inglés.

Fracaso total y absoluto. De nuevo, debido en buena medida al confinamiento y a este año tan extraño.

Ceñirme lo más posible a las 37,5 horas semanales en el trabajo, con la excepción de los finales de trimestre.

Conseguido, a medias. El curso pasado lo conseguí acabar bien, pero en el primer trimestre del actual ha sido totalmente imposible.

Seis propósitos, tres conseguidos (al menos en parte) y tres que no. Visto que 2020 ha sido un año tan complicado, me parece un buen balance.

Propósitos para 2021

Mis circunstancias han cambiado mucho en este 2020, y no sé muy bien qué me deparará 2021. Es por eso que para este año solo me planteo un único propósito:

Leer al menos un libro al mes, que no haya meses sin lectura. Aunque sea un libro corto.

Mis eternos proyectos tampoco han recibido mucho mimo este 2020: no he seguido con el inglés ni he estudiado francés. Esperanto, muy poco. La guitarra la cogí en el confinamiento pero tuve que dejarla porque no estoy cómodo aprendiendo con vídeos. El ejercicio se ha convertido ya en parte de mi rutina y no veo necesario escribir un propósito al respecto. El contenido que he generado para la web se ha ido a Radio Al compás y he abandonado en parte este blog.

Llega el 21

2021 va a ser un año de transición. Por una parte, empiezan las vacunaciones y nos queda aún todo este tiempo entre restricciones. Por otra, me queda medio año lejos de casa y con este curso tan extraño.

En enero me dicen qué será de mí durante el curso 21-22 y a lo mejor cambia un poco mi apatía respecto a este año que entra. Pero ahora mismo, como dije en la introducción, no espero nada de 2021. Tan solo vivirlo, que ya es mucho.

2021, pórtate bien, anda.

A los lectores que aún queden por aquí, gracias. Ya es un logro leer un blog personal a estas alturas de la película, más aún si has llegado hasta aquí en una entrada personal de un cualquiera de internet. De verdad, gracias. Espero que estéis teniendo unas felices fiestas y que el nuevo año os depare salud, felicidad y todo eso que se suele decir.

Seguimos.

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2 respuestas

  1. Maria

    Hola Adrián en verdad suena todo muy desastroso,parece que te cuesta obtener tus metas,algunas de estas ridículas,por qué no te centras en lo importante…por ejemplo buscar empleo o mejorar tu formación?.
    Y esa relación,por qué termino?,has pensado en recuperarla?.Un saludo.

    1. Hola, María. Estás comentando en entradas de hace cuatro años y mi situación ha cambiado mucho desde entonces, te animo a que investigues más en el blog. Empleo tengo, soy profesor de secundaria. Y esa relación terminó porque tuvo que terminar, sin más. Un saludo.

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