No hay que tocar a los ídolos, porque el polvillo dorado se queda entre las manos.
Gustave Flaubert: Madame Bovary
No hay que tocar a los ídolos, porque el polvillo dorado se queda entre las manos.
Gustave Flaubert: Madame Bovary
[…] esto me lleva a aquella cita de Flaubert: “No hay que tocar a los ídolos, porque el polvillo dorado se queda entre las manos”. […]
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