¿Puede que me haya saturado de superhéroes? Digo esto después de haberos hablado hace poco de de diferentes series, donde concluí que seguiría disfrutando. Se estrenó en Netflix Luke Cage, ha empezado la quinta temporada de Arrow y Flash… y no he visto ninguna de las tres. Vi el primero de Arrow y me pareció tan rutinario que no he visto más. Sin embargo, cuando vi el anuncio de Doctor Strange pensé que sería un superhéroe diferente y me animé a ir al cine para verla. No debí hacerlo.

Doctor Strange es otro rutinario espectáculo de fuegos artificiales. Un héroe con una motivación muy débil en comparación con otras, un cambio tan acelerado que resulta incluso artificial, un enemigo que (como es habitual en Marvel) no está a la altura del protagonista. A esto le sumamos que la magia que nos muestra más bien parece un espectáculo psicodélico propio de haberse fumado tres o cuatro canutos o algo más fuerte.

La película tiene, literalmente, cuatro momentos interesantes y no por la profundidad de la historia, sino por ser simpáticos. Lo demás es todo rutinario, peleas espectaculares y habilidades maravillosas de las que ya estamos hartos de ver.

Lo más interesante, como suele ser habitual en las últimas películas de Marvel, no es el héroe en sí, sino su relación con otros personajes. Capitán América: Civil War funciona porque vemos a un montón de personajes carismáticos peleando, porque el enemigo, de nuevo, es anecdótico. Al final de Doctor Strange aparece un personaje común en el universo de Marvel y abre una puerta interesante.

En mi visión negativa de la película, debo decirlo, también influyen dos críticas muy duras que he visto hace poco. Una es un vídeo donde se analiza el Universo Sinfónico de Marvel: rutinaria y sin vida. Mientras veía la película no pude evitar prestar atención a este detalle y lo que se menciona en el vídeo es totalmente cierto. Por otro lado, Mel Gibson dice que la violencia de Marvel está vacía y también es así: en Doctor Extraño hubo un momento en que ni siquiera sabía quién era quién.

Por supuesto, si la película me gustara no haría ni caso a esos apartados, pero el caso es que no consiguió que mantuviera el interés tanto como para no contemplarlos. Siempre he dicho que el objetivo de una película de superhéroes no tiene que ser más que el de entretener, pero esta no lo logró conmigo.

Creo que no volveré al cine para ver películas de superhéroes a no ser que haya una que me llame poderosamente la atención. Posiblemente Guardianes de la galaxia vol. 2, porque la primera es una de mis películas favoritas del universo de Marvel, pero a priori muy poquito más me llama la atención. Ni siquiera el renovado Spiderman, y eso que posiblemente sea la mejor aproximación del personaje en el cine.

Llevamos desde 2008 con este universo de Marvel, y no soy el único que empieza a sentir esta saturación.