No leas si no has terminado Avatar, la leyenda de Aang.
Esta entrada tiene spoilers de los dos primeros libros de Korra.
Han pasado cien años desde los acontecimientos que vimos en Avatar, la leyenda de Aang. El avatar Aang ya ha fallecido y como legado deja Ciudad República, un lugar donde habitantes de las cuatro naciones pueden vivir en paz. El nuevo avatar es Korra, una chica de la tribu del agua, que debe aprender el dominio del aire con Tenshin, hijo de Aang.
Este, poco más o menos, es el planteamiento de la serie derivada de esa obra de arte que es La leyenda de Aang. A día de hoy se han emitido ya los dos primeros libros de los cuatro con los que contará, así que podemos hacernos una opinión. La mía ya la habéis visto en el título de la entrada: no tiene ni punto de comparación.
Los libros son autoconclusivos, de tal modo que el primero tiene una historia y temática diferente del segundo, aunque se desarrolla en el tiempo tras el anterior. Ya se ha confirmado que los libros restantes también tendrán su propia trama.
Así, el primer libro plantea el encuentro de Korra con un grupo que se hace llamar «igualistas», que buscan que los maestros pierdan su poder y que todo el mundo esté al mismo nivel. Por su parte, el segundo trata sobre un desequilibrio que provoca que espíritus rebeldes ataquen el mundo humano.
Las tramas son, efectivamente, puntos que en la serie original se quedaban en el tintero o en los que se podía profundizar más. Sin embargo, la forma de tratarlos en La leyenda de Korra no comparten la maestría narrativa de aquella, que trataba los asuntos de un modo progresivo, con una narrativa sencilla pero directa, dejaba que los temas se desarrollasen con buen ritmo a lo largo de toda la serie. Aquí se desvelan los misterios o se produce el desenlace de una manera más apresurada.
Los personajes tampoco tienen el carisma que los autores quieren darles, especialmente los que no tienen relación con la serie original. Son interesantes Korra, Tenshin, la jefa Bei Fong y quizá Asami, pero Mako y Bolin me parece que están completamente vacíos. Esto se nota especialmente por ser cada libro autoconclusivo: los conflictos se tienen que plantear en pocos capítulos.
Y a pesar de todo, el primer libro es mucho más interesante que el segundo, por el tema de los igualistas y los derechos de los no maestros. El segundo libro peca de solemne, hace uso de recursos narrativos muy trillados con tal de explicar el origen del mundo, un origen que quizá no teníamos necesidad de conocer, especialmente cuando no es consecuente con lo que ya conocíamos de él (¿alguien me puede explicar de dónde salen tantos bisontes voladores si Appa era el último?). Tampoco es congruente que haya habido ese cambio de civilización en cien años.
Sin embargo, todo esto son divagaciones de un fan de veinticuatro años que ve una serie infantil, y tampoco puedo perder el norte. La serie en sí es muy entretenida, preciosa visualmente, y tiene sus aciertos, tampoco es justo que le pida congruencia a un mundo elaborado para un fin concreto en el que, se entiende, no se ha cuidado hasta el mínimo detalle. Pero al ser derivada de La leyenda de Aang es imposible no comparar y, para mí, Korra no es ni la mitad de lo que fue aquella. Veremos cómo se desarrollan los dos últimos libros.
Si os gustó La leyenda de Aang y queréis ver más aventuras de maestros y avatares, no lo dudéis y echadle un ojo a La leyenda de Korra, pero no esperéis ver la profundidad y la narrativa que tenía la serie original, porque no la vais a encontrar.
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