Esta entrada lleva mucho tiempo apuntada y he intentado varias veces afrontar su escritura, sin éxito. Así que, para darle salida a esta idea que quiero compartir, me limitaré a enumerar diferentes razones por las que me considero asexual.
Lo primero es que la asexualidad es un espectro. No quiere decir que no haya ningún tipo de atracción sexual, puede darse en cierto grado o bajo ciertas circunstancias. Conocer esto fue una de las razones por las que empecé a pensar en el asunto.
Desde siempre me ha incomodado muchísimo hablar de sexo, un tema relativamente habitual en ciertas etapas de mi vida. Cuando todo mi entorno estaba con las hormonas alborotadas, yo era totalmente indiferente al tema. He tenido amigos que no podían estar mucho tiempo sin una pareja sexual, algo que jamás me ha ocurrido.
Dentro del espectro asexual hay varias etiquetas específicas. Conozco al menos demisexual, gris asexual y aegosexual. Pero ni he invertido tanto tiempo en comprenderlas a fondo ni es un tema que me interese demasiado. Con saber que tengo un poco o un mucho de asexual para mí es suficiente.
Al final, conocer una etiqueta de este estilo sirve para ponerle nombre a una forma de sentir y explicar por qué venía toda esa incomodidad cuando se hablaba de sexo o mi poca atracción cuando estaba todo el mundo disparatado.
Podría contar otros detalles pero son más privados e, insisto, me incomoda hablar se sexualidad, así que dejo el tema aquí. No sé si soy un poco o un mucho asexual, pero seguro que estoy dentro de ese espectro. Con saberlo me basta.
Deja una respuesta