La facilidad o dificultad de vivir

Soy un señor que vive en España, considerado país del primer mundo. Y a veces me sorprendo de lo complicado que es un acto que debería ser tan sencillo como vivir tranquilo.

Vivir podría ser muy fácil…

Tener una casa y comida; un trabajo, vocacional o no, que no robe más tiempo y más energía de lo debidamente necesario; aficiones, tiempo para dedicar a esas aficiones y, lo más importante, personas cercanas con las que pasar buenos ratos.

…pero es terriblemente difícil

La generación de nuestros padres pudo hipotecarse muy joven. Nosotros, no. Y el alquiler se ha convertido en un negocio especulativo que consiste en darle dinero a una persona que tuvo la suerte de llegar antes que nosotros. Tanto se paga en alquiler que incluso ciertos alimentos resultan inaccesibles.

Los trabajos suelen ser precarios o mal pagados. La empresa privada ofrece muy pocas garantías y mucha gente oposita buscando algo de tranquilidad y estabilidad. Estos trabajos suelen estar lejos de casa, si se tiene, lo cual requiere dedicar un tiempo en ir y volver que, al final, es tiempo que no se dedica a otros asuntos.

Tanto tiempo y energía se dedica a esos trabajos que muchas personas ni siquiera son capaces de enunciar rápidamente cuáles son sus aficiones, muchas veces porque no las tienen o porque no les da el tiempo para cultivarlas.

Mientras todo esto ocurre, hay personas de nuestro entorno que dedican sus energías a ponernos la zancadilla.

Unos mínimos

Mi situación actual es de absoluto privilegio. Tengo casa propia, mi trabajo estará a diez minutos el curso que viene y esto (espero) me proporcionará el tiempo suficiente para dedicarle algo más a mis aficiones.

Digo que es de privilegiado pero me da mucha rabia que sea así. Es lo menos que se debería ofrecer a cualquier persona.

El objetivo

Pensar en todo esto puede provocar frustración. A nivel global podemos hacer poco por cambiar muchas de estas situaciones. No podemos influir en el estado de la vivienda ni eliminar los trabajos precarios.

Lo que deberíamos hacer es, por lo menos menos, no poner zancadillas a los demás. La vida es demasiado fastidiada de por sí como para ser la piedra en el zapato de otra persona.

Si entre todos fuéramos capaces de cuidarnos más, ofrecer una sonrisa a las personas que nos importan, apoyarlas y hacer nuestro día a día un poco menos horrible, ya sería mucho.

No es tan difícil.

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Una respuesta

  1. Como decía el otro día en Mastodon: la vida ya nos va a joder, nosotros no colaboramos.

    it’s very difficult todo esto, querido.

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