¿Qué nos espera en tecnología en los próximos años? ¿Habrá otra gran revolución como fue el smartphone en 2007? ¿Nos interesa que haya otra gran revolución?
Antecedentes
Brend Simons explica en una entrada de su blog por qué el lector de RSS NetNewsWire no está disponible para las Apple Vision Pro. La razón es bien sencilla: no posee el aparato y no va a proporcionar una aplicación sin saber realmente cómo funcionará en dicho aparato.
Entonces llegamos al post scriptum y dice esto:
My personal future of computing has been here for all these years — the Mac.
Podemos cambiar «the Mac» por «a PC» y la cita sirve exactamente igual.
Esta entrada no es más que una «glosa» de esta frase.
¿Qué futuro queremos?
He perdido la cuenta de cuántos futuros tecnológicos hemos visto ya. Pantallas de tinta electrónica, realidad aumentada, realidad virtual, criptomonedas, NFT, ahora todo es IA generativa. Y ninguno de estos intentos parece tener la relevancia y el impacto que tuvo la popularización del smartphone en 2011, un auténtico revulsivo en nuestra relación con la tecnología.
Debemos preguntarnos si de verdad queremos estos futuros, o algo como las Apple Vision Pro. Hemos visto cómo todos estos intentos prometían mucho y al final han acabado estabilizándose en un segundo plano, en sectores más de nicho, mientras el resto del mundo seguíamos con nuestros ordenadores o teléfonos.
Incluso el smartwatch, muy asentado también hoy en día, no deja de ser un complemento para el móvil. Apenas hay aparatos con entidad propia.
Yo tengo reloj, teléfono móvil, tableta, portátil y sobremesa. Tengo el rango casi completo, y lo cierto es que uso todos ellos. Pero cuando tengo que «hacer cosas», la decisión es clara: me voy a teclado, ratón y pantalla.
El futuro ya está aquí
Entiendo que las grandes tecnológicas siempre buscan la siguiente gran cosa para impresionar a sus inversores y vender, vender más, que el número no pare de crecer. Ya se sabe, las empresas tienen que ganar dinero. Y ahí los usuarios conscientes somos quienes tenemos que echar el freno y preguntarnos qué futuro queremos.
Mi uso de la tecnología apenas ha cambiado en los últimos trece años. He pasado por el ecosistema de Apple, pero eso me ha obligado a hacer las cosas diferente, no a cambiar por completo lo que hacía con los aparatos. Es más: hubo cambios que luego deseché (¿por qué narices me lié a hacer esquemas a mano si con un archivo de texto ya vale?).
¿Necesitamos unas Apple Vision Pro para leer artículos de una web? ¿O cualquiera de las revoluciones que he mencionado antes?
Yo creo que la respuesta es clara.
El futuro de la informática hace mucho tiempo que llegó, y todo lo que han hecho después son torpes intentos de volver a inventar la rueda. Tecnologías que tienen su hueco, claro, pero nada revolucionario.
En fin
Hacer de pitoniso tecnológico siempre es difícil porque uno mira al futuro con los esquemas que tiene en el presente. Quizá en poco tiempo tengamos otra revolución, pero a priori parece muy complicado alcanzar el nivel de impacto que tuvo el ordenador personal o el smartphone. Y no creo que sea el papel de los usuarios, ni el de muchos desarrolladores, buscar esa revolución o programar para la última feliz idea que se le ocurra al a empresa de turno.
PD: Como podéis imaginar, esta entrada lleva meses en borradores. Incluso leemos que Apple dejará de fabricar las Vision Pro. Ya tocaba darle salida.
Deja una respuesta