Una entrada sobre Scott Pilgrim. Bastante larga. Si no conoces nada sobre el personaje, te basta con leer la introducción. Si ya conoces el personaje o no te importan los destripes, acompáñame en este viaje. 

Una introducción breve pero suficiente

La primera vez que supe de este personaje fue en 2010, cuando hicieron la adaptación al cine. No pude verla en pantalla grande: la quitaron muy rápido de las salas a las que yo acudía y tuve que verla, descargada, en inglés con subtítulos. En 2011 y 2012 me leí los cómics en la que se basa, y luego he visto la película otras tantas veces, ya doblada. 

Me encanta Scott Pilgrim. Tanto los cómics como la película me parecen excepcionales y solo puedo recomendarlos. A todo el mundo. Sin falta. 

Por eso me emocioné cuando supe que iban a hacer una serie de animación basada en el personaje y me lancé de cabeza en el momento que se estrenó en Netflix. Y quizá por eso me decepcionó. Es fantástica a nivel artístico, pero poco más. 

La película y los cómics me encantan…

Puede que Scott Pilgrim haya sido uno de los personajes que más me hayan marcado a lo largo de mi vida. Cuando vi los trailers de la película me esperaba una película friki con referencias a videojuegos para echar el rato, pero lo que me encontré, tanto en la peli como sobre todo en el cómic, es un retrato de la adolescencia. O más bien, del paso de la adolescencia a la adultez y los aprendizajes que eso conllevan, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. 

Un protagonista nini que no tiene objetivo alguno en la vida, un grupo de música con sonido regulero, el amigo abiertamente gay (algo relativamente novedoso en aquel entonces), la hermana criticona, el peso de nuestro pasado… Todo tiene una trascendencia mayor de lo que aparenta con su estilo de dibujo o lo alocado de los planos. 

Solo puedo reocmendarlas. Las dos cosas, la película y los cómics. La película es una adaptación muy buena, pero nada mejor que los cómics. Siempre (o casi siempre) es mejor leer el material original (muy poquitos ejemplos no cumplen esa máxima) y, en este caso, el cómic ahonda en situaciones y temas que en la película solo aparecen perfiladas. 

…pero la serie no

Dejemos algo claro ya en este punto. No puedo decir que la serie es mala, porque no lo es. Sí puedo decir que a mí no me dice nada, que no me gusta o, por ser más preciso, que aporta muy poco. 

En ningún sitio avisan, o yo no me enteré, de que esta serie no es una adaptación. Es un remake, una reimaginación o cosa rara de las que gusta hacer hoy en día. La única pista de que esto no es otra adaptación del material original es el título: no toma el nombre de ninguno de los cómics ni el de la película. Es un detalle que conviene saber antes de comenzar a verla. 

Me parece que es muy difícil disfrutar la serie si no se conoce de antemano el material en el que se basa. Al menos, la película. 

La serie juega con las expectativas del espectador y el primer episodio sí es una adaptación fiel, pero en el final hay una diferencia que sitúa el resto de la serie en algún tipo de realidad o línea temporal alternativa. 

En esta nueva reaidad, Ramona tiene un protagonismo mayor, los ex malvados aparecen en otro orden y todos los personajes, en general, cumplen otros roles. Incluso existe la película de Scott Pilgrim como tal dentro de la serie, con cameo del director incluido. 

Me encanta que la animación use el estilo del cómic, que hayan recuperado el elenco de voces de la película incluso en castellano, y ese mayor protagonismo de Ramona. 

Más allá de ese gusto estético, me parece que el mensaje que manda la serie es exactamente el mismo que el del cómic y la película, pero de un modo más enrevesado. 

En definitiva

El mayor atractivo que le veo a la serie es disfrutar de la animación, pero para disfrutar del mundo de Scott Pilgrim, iré primero por la película o releeré los cómics antes que verla de nuevo. 

Y recalco una vez más. Disfrutad de Scott Pilgrim. Tiene detallitos de la década de los dos mil que a lo mejor están algo desfasados hoy en día, pero no me parecen suficientes como para no disfrutar de su mundo o del mensaje de fondo.