Estos días han confluido dos hechos relacionados que me han hecho pensar sobre la creación de una web o blog: el debate generado en inglés a partir de la entrada Let’s make the indie web easier y comentarios en la etiqueta WebSencilla.

El obligatorio aviso previo

En esta entrada, muy larga, voy a dar mi visión sobre cómo está el desarrollo, diseño o creación (como cada uno lo quiera llamar) de una web o blog a día de hoy.

Adelanto que es una opinión sesgada, que no busco ser divulgativo y que, muy seguramente, mezclaré términos. Estaré encantado de leer cualquier corrección en los comentarios, a ser posible sin tono paternalista.

Aunque es una idea que he planteado alguna vez, no busco cambiar el WordPress desde el que escribo. Esto ha sido para mí un ejercicio, un juego.

Mi historia con la creación de webs

Voy a contar un poco mi propia historia con la creación de webs y blogs para que todos estemos en la misma página.

En mis tiempos de usuario y forero de RPG Maker monté una web para recopilar todo lo que me gustaba y yo creaba alrededor del mundillo. Estamos hablando de un Adrián con 16 o 17 años que no estudiaría nada relacionado con informática.

Al principio la hice con editores WYSIWYG que daban un código horripilante pero funcional: primero con NVU, software libre, y luego con un DreamWeaver tan pirata como el Windows XP en el que se ejecutaba.

Más tarde, animado por un conocido de las redes de aquel tiempo (un saludito a Zeronet), me animé a hacerla picando código HTML y CSS. Ya por entonces entendía que el código que generaban los otros programas no era precisamente limpio. Lo más complejo que usé fue un sistema para insertar noticias llamado CuteNews, y ni hablar de un feed RSS.

Esta versión aún puede verse en Web Archive.

Para alojarla usé el hosting gratuito que ofrecía Lycos. Me encantaría ver los medios con la que contaba, pero estoy convencido de que no iría mucho más allá de una interfaz web para subir los archivos y, en todo caso, un acceso FTP.

Lo único que yo quería era tener un sitio en la red donde compartir mi afición de entonces, y lo único que entendía era «toma, aquí tienes un espacio para poner tus cosas» y ya me busqué yo la vida para hacerlo.

Cuando quise tener un blog vi que el tema del RSS me pasaba por encima y me fui a Blogger. Los conocimientos de HTML y CSS me sirvieron para personalizar algunos detalles. En 2012, con la inestimable ayuda de un amigo que gestiona el servidor (mil gracias, Falc), me fui a WordPress autoalojado. Ambos tienen en común que permiten una administración sencilla y son a la vez potentes para usuarios con cierta curiosidad.

Y así hasta el día de hoy. He tenido mi breve paso por ClassicPress, pero a efectos de esta entrada es lo mismo que WordPress.

Escenarios

Vamos al tema. ¿Qué opciones hay para crear una web o un blog ahora mismo? Pongamos que el Adrián de 17 años, con su editor WYSIWYG o su poquita de HTML y CSS, vive en 2024 y no en 2006.

Planteo dos escenarios posibles:

• Quiero tener una web. Llamaré «web» a una página donde mostrar una afición, un espacio que solo muestra páginas estáticas. Algo como mi web de RPG Maker.
• Quiero tener un blog. «Blog» significa una organización de entradas de más nueva a más antigua, su feed RSS para que los lectores se suscriban, y un posible sistema de organización por categorías o etiquetas.

Los objetivos, en cualquiera de los dos casos, serían los siguientes:

1. Tener el contenido bajo control. Poder exportarlo de un sistema para llevarlo a otro.
2. Tener el diseño bajo control. Nada de elementos que distraigan al lector de lo que queramos decir.
3. Respetar la privacidad. Nada de recursos externos que no controlemos (aunque esto es muy relativo y matizable).

Estos tres objetivos no implican que tengamos un control absoluto sobre el código de la web.

Hablemos primero del elefante en la habitación. Todo esto se puede hacer con un WordPress en un alojamiento compartido o un servidor propio. Algunos entendidos se echarán las manos a la cabeza porque no es necesario tener un sistema con una base de datos para hacer una página personal, pero el caso es que se puede. Lo mismo para un blog: yo, dentro de mis posibilidades, he procurado de que no haya llamadas a sitios externos y de que el diseño sea lo más agradable posible dentro de mis gustos actuales. Esta entrada no busca demonizar WordPress, tan solo buscar alternativas.

Los servicios

Para crear nuestra web o nuestro blog, lo más fácil es tirar de algún servicio que ofrezca herramientas para ello.

Para webs, la opción más sencilla que conozco es Neocities, que tiene un editor visual. También lo podemos ver como un servicio de hosting donde alojar un blog sin base de datos.

Para blogs, Blogger y WordPress.com siguen ahí, pero no cumplen con alguno o todos los objetivos marcados. Blogger parece mejor opción para empezar puesto que permite redirigir a otro dominio sin mucha complicación.

También hay otras opciones muy interesantes, más simples (que no necesariamente más sencillas) y más respetuosas con la privacidad como Bearblog, Mataroa o alguna instancia de WriteFreely.

Estas tres serían, a día de hoy, mi primera recomendación para alguien que quiere tener su espacio en la red. Las tres se basan en la sintaxis Markdown, que se aprende en un ratito, y las tres permiten exportar todo el contenido para llevárselo a otro lugar.

(Bearblog es precioso. Todos los sistemas para hacer webs y blogs del mundo deberían tener un tema Bearblog.)

Un pasito más allá

Pero, ¿qué pasa si queremos complicarnos la vida un poco? Tenemos algún hosting compartido o un servidor gestionado por algún amigo, como es mi caso, y queremos algún sistema para mantener una web o un blog, pero sin volvernos locos.

Los generadores no son fáciles

Cuando uno lee sobre gestión de blogs, los nombres más habituales con los que me cruzo son WordPress o algún generador de sitios web estáticos.

He vuelto a jugar con algunos de ellos y me reafirmo en que Hugo, Jekyll, Pelican, Hexo, Zola y sistemas similares no son nada accesibles. Es una forma relativamente sencilla de tener una web o un blog, sí, porque partimos de archivos que manejamos en nuestro equipo y los ponemos en un servidor siguiendo unas instrucciones, pero hay que tener el interés suficiente para aprender unas herramientas específicas.

Evidentemente, dentro de los generadores de sitios estáticos los hay más simples y más complejos. En mis pruebas fue Pelican el único con el que pude echar a andar un blog bastante rápido. La configuración es otra historia.

Mi impresión es que están demasiado orientados a usuarios técnicos. La mayoría te ponen delante un comando para instalarlo en tu equipo sin explicar absolutamente nada (aunque de este tema prefiero no hablar mucho, que ya la lié hace años y aún me dura el trauma) y piden enfrentarse a una configuración que requiere leer mucha documentación con un lenguaje específico.

Lo mismo pienso de los hosting (los «pages») que ofrecen los sistemas de Git como GitHub, GitLab o Codeberg. En este caso, además, debemos superar la pared que supone Git. Yo no fui capaz cuando lo intenté hace años.

Es muy posible que consiguiera sacar algo decente con cualquiera de estos métodos si me pusiera en serio durante un par de días. No me invitan a ello. Culpable.

(Ni confirmo ni desmiento que haya escrito esta entrada solo para desbarrar contra los SSG.)

Posibles soluciones

Vale, no queremos un servicio que nos facilite la vida y los generadores de sitios web estáticos se nos van de las manos. Por suerte, hay algunas opciones intermedias entre un servicio externo o un WordPress autoalojado y liarnos a picar código desde cero.

Insisto una vez más, por si acaso, en que este apartado se basa únicamente en las opciones que conozco, que son muy poquitas.

Para una web

Pongamos como base que disponemos de algún alojamiento que nos permita subir nuestros archivos, ya sea con una interfaz web o con algún acceso tipo SFTP.

Las opciones que he probado y que me parecen más interesantes son estas:

1. Algún editor WISYWIG, de esos que dan código sucio pero funcional. He encontrado Silex, que es software libre.
2. Bludit. Si el alojamiento dispone de PHP (algo, creo, bastante habitual), subimos los archivos, se instala en un segundo y permite hacer páginas con un editor WISYWIG.
3. Yellow. También con PHP y con una instalación muy sencilla. Permite modificar las páginas tanto desde el navegador como modificando los archivos con algún editor Markdown que nos guste. Requiere conocer algo de YAML.
4. HTML puro con SimpleCSS. Para los más aguerridos. Resulta que hay «frameworks CSS» que nos permiten olvidarnos de la parte del diseño de la web para centrarnos en la escritura, pero, al parecer, suelen ser muy complejos. SimpleCSS no lo es (de ahí nace), lo cual nos permite ponernos a escribir HTML sin demasiadas complicaciones usando algún editor con ayudas como Bluefish. Aparte, la versión 5 de HTML tiene etiquetas que ayudan muchísimo a la organización de una web.

Para un blog

Por muy atractiva (y friki) que me parezca la idea de hacer un blog picando HTML y CSS, tirando quizá de alguna base tipo Zonelets, no es una opción viable.

El mayor problema es el feed RSS, algo que me parece indispensable para usar el término «blog». Lo poco que he visto de ese tipo de archivos me parece bastante complicado para hacerlo a mano. Veo necesario tirar de algún sistema que nos ayude con ese tema.

Estas son las opciones que veo más interesantes:

1. Publii. Es una aplicación que podemos instalar en nuestro equipo y manejar el blog de una manera muy visual. Dos posibles pegas: nos limitamos a las opciones de pesonalización que nos ofrece (que son bastantes) y las entradas se guardan en un archivo de base de datos no están accesibles como ficheros. Conviene hacer copia aparte.
2. Bludit tiene plugins para generar el feed RSS. Uno de ellos se puede instalar desde el mismo panel.
3. Portabloc. Subimos la carpeta a un servidor con PHP y ponemos archivos Markdown en una carpeta siguiendo cierto formato de fecha. Se explica todo en su web (¡en español!) y tenemos la ventaja de trabajar sobre Markdown para llevarnos los archivos donde queramos.
4. Yellow permite crear una sección de blogs sin demasiada complicación. Requiere conocer algo más de YAML para ponerlo todo bonito e instalar el plugin de feed.

Y ya está

Al final, la conclusión a la que llego no es otra que la planteada en la entrada en inglés que enlacé al principio. La manera más sencilla de hacer una web o un blog a día de hoy es WordPress, y no parece que haya nada parecido ahí fuera. Las demás opciones que he probado, por más sencillas que sean, tienen una curva de aprendizaje que no resultará agradable para muchas personas.

Sin embargo, esa curva sí me parece lo bastante accesible para una persona con cierto interés. ¿Aprender Markdown y un poco de YAML para montar una web o blog en Yellow? Totalmente factible. ¿Montar una web con algo de HTML usando SimpleCSS? Totalmente factible.

Ojalá el Adrián de 2006 hubiera tenido Markdown pero, por desgracia, aún era un sistema muy nuevo y no era nada habitual encontrarlo en la web hispanohablante por aquel entonces.

Si el Adrián de 16 años pudo montar su web de RPG Maker picando código, las opciones que he planteado aquí me parecen lo bastante accesibles para una persona con la curiosidad y motivación adecuadas. Me quedo con eso, que no es poco.

Actualización 2024-01-23: Añado Bludit y quito PicoCMS, que lleva tiempo sin actualizarse.