Otra serie que conocí gracias a Netflix hace mucho tiempo y que, por cualquier motivo, he tardado muchísimo en retomar.
Este anime es una de esas series en las que un deporte supone toda la preocupación de unos personajes que no muestran otras facetas de su vida más allá de ese deporte. En este caso, ese deporte es el voleibol.
Puedo recordar ‘Oliver y Benji’, donde se ahondaba mínimamente en la problemática personal de algunos personajes. Aquí no. Aquí lo importante es el vóley y cómo los personajes se preparan para el siguiente encuentro.
A mi entender, esta serie tiene una gran virtud, y es que se centra únicamente en la trayectoria de un equipo en un curso escolar. De hecho, termina con dos películas (que aún no han llegado a España) y no parece que vaya a continuar más allá.
Partiendo de esa base, es una serie tremendamente efectiva. Todo se desarrolla en torno al vóley, sí, pero eso no impide que haya preocupaciones y conflicto entre los personajes. Además, yo como espectador me emocionaba o sufría con los partidos por la manera tan efectiva que tiene de contar los acontecimientos, con un ritmo lo bastante rápido como para no aburrir ni abrumar.
En definitiva, un anime de deportes con el que podemos echar muy buenos ratos, ideal para terminar jornadas de trabajo o simplemente para desconectar viendo una historia sencillita de reto y superación.
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