Cifrado de archivos para la nube

Nunca, en toda mi vida como usuario de la informática, me había interesado al cifrado de archivos.

TL;DR: He comenzado a usar Cryptomator.

Alguna vez cifré la partición /home en mi GNU/Linux y me pareció un engorro innecesario. Alguna vez usé GPG en el email y también me pareció un engorro innecesario.

Últimamente, pensando en mi uso de la informática, me di cuenta de que hay un escenario en el que sí me conviene usar el cifrado.

Tengo subida cierta documentación personal a una nube, para tenerla accesible en cualquier momento, y esta sí es información sensible, mucho más que cualquiera de mis comunicaciones por email.

Tener esa información al alcance me ha salvado más de una situación, pero también es un peligro potencial en caso de ser víctima de cualquier ataque.

Es ahí donde entra Cryptomator, una herramienta de la que había leído muchísimas veces. Me animé a instalarlo en los diferentes apartados que tengo y me sorprendí de lo sencillo que es.

Creas una bóveda, eliges dónde se guarda y eliges contraseña. Claro, el método de descifrado es el mismo: hay que meter una contraseña cada vez, una contraseña que debe ser fuerte y que no se puede olvidar, o adiós. Abres la aplicación, desbloqueas la bóveda, se monta como un disco duro y listos, a manejar archivos de la forma habitual.

Estos archivos en particular no los uso de manera cotidiana como sí es el acceso a una partición del sistema. El engorro, por lo tanto, es mucho menor.

En iOS la aplicación es de pago, pero después de probarlo en macOS y ver que es una herramienta que me va como anillo al dedo, no lo dudé. Se integra perfectamente con el Archivos de este sistema, desde ahí metes la contraseña y listo.

Hay muchísimas otras aplicaciones para cifrar archivos y, aunque no haya buscado demasiado, esta herramienta es multiplataforma e incluye iOS, lo cual es complicado de encontrar. Esa es la razón para haberme decantado por ella.

Nunca viene mal una capita extra de protección para esos archivos más delicados pero que aún así quiero tener a mano.

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