Hoy he asistido a una charla sobre la LOMLOE que ha impartido un compañero del centro. Tenía que asistir ya que siempre critico que nadie nos explica las novedades (hay que ser un poco consecuente en esta vida).

Lo cierto es que he aprendido poco (culo inquieto que es uno que lee al menos la normativa andaluza y sigue a unos cuantos tuiteros muy buenos que hablan del tema), pero sí me ha servido para profundizar y ratificar impresiones que ya tenía. No es poco. Sin embargo, ha habido varios puntos que me han suscitado reflexiones que me apetece dejar por escrito.

La primera es que las «competencias clave» las marca la OCDE, que es una entidad privada (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y todos los países occidentales la siguen. El interés de dicha entidad es tener tener empleados competentes. Creo que esto dice mucho.

Esta visión mercantilista de la educación la vi clara cuando miraba a mi compañera de Latín y Griego. ¿Qué uso «cotidiano» y «para resolver problemas cercanos» se le puede dar a asignaturas humanísticas como Latín y Filosofía?

«El modelo educativo es del siglo XIX». ¿Seguro? ¿Seguimos haciendo lo mismo que hace tantos años, cuando la educación no era obligatoria y se excluía a muchos por sistema? Aquí solo puedo hablar desde mi experiencia, y esta me dice que no.

Por último, no me salen de la cabeza términos como «producto final». ¿Qué suena más decimonónico: «producir» o «conocer»? A mí, lo primero, y creo que la educación debe ir mucho más allá. Sé que la ley propone eso, pero me entendéis: es el enfoque de fondo.

Y por si me lee alguien de mi centro, diré que esto no es crítica a mi compañero en particular, sino a un discurso que he leído muchas veces y, aunque lo entienda y vaya a amoldar mi práctica docente en lo posible a ella, no deja de chirriarme y provocarme muchas dudas.

Unas reflexiones en voz alta que he publicado tal cual en redes sociales y que dejo recogidas por aquí. No buscan respuesta, pero si alguien las tiene (o un esbozo de las mismas) estaré encantado de leerlas.