El carnaval de Cádiz me ha dejado dos estribillos que puedo aplicar en muchos ámbitos de la vida. En mi caso, me vienen mucho a la cabeza cuando veo ciertos temas relacionados con la educación.

Este es el primero:

Cuatro meses ensayando, no puedo ni hablar,
dame un Bitter Kas pero natural,
un poco Patrico, me voy a peinar,
yo canto delante, nunca detrás.
Cádiz… qué de tonterías pa salir en el carnaval.

— Emilio Gutiérrez (Libi) y Eduardo Cossi: ‘Déjalo, bien lo sabe dios’ (1994)

Este estribillo se refiere a lo egocéntricos y tiquismiquis que se ponen ciertos componentes cuando salen en algo tan sencillo como debería ser el carnaval.

Y el segundo:

Unos me dicen hazlo,
otros que no lo haga,
y al final yo hago lo que a mí me da la gana.

— José Manuel Gómez Sánchez (El Gómez): ‘Ser o no Ser’ (1997)

En este cuarteto iban de Hamlet con dos personajes que le aconsejaban, y los dos le decían lo que debía hacer.

Una vez hecha la introducción, vamos a aplicarlos.

Te vienen «los de arriba» diciendo que tienes que hacer esto de esta manera pero así no que no es correcto que tienes que hacerlo así pero el año siguiente cambio y así ya no es y en el instituto de al lado dicen que de esta otra manera.

«Qué de tonterías pa salir en el carnaval».

¿Y al final cómo acaba uno? Buscándose las vueltas para hacer su trabajo lo mejor que puede y quedar bien cara a la galería.

«Al final yo hago lo que a mí me da la gana».

El carnaval de Cádiz y sus lecciones de vida. Y luego muchos dicen que no es un arte.