La tecnología es un tema que siempre se encuentra en el centro del debate en torno a la educación. La importancia de usarla, su buen o mal empleo, el uso de software libre (un tema en declive) y un larguísimo etcétera.
Voy a hacer un repaso personal muy largo de todo lo que se coció y se cuece al respecto, siempre desde mi parcial y (en muchas ocasiones) desinformado punto de vista.
Distribuciones autonómicas
En primer lugar, hay que decirlo: las distribuciones de GNU/Linux autonómicas fueron un absurdo. Cada grupo de desarrolladores trabajaba en necesidades que se repetirían en distintas comunidades, pero cada uno en su parcela. Es uno de los grandes problemas que se le achacan a GNU/Linux, su fragmentación, y cuando esto ocurre también a nivel autonómico es que no se está gestionando bien.
Debieron aunarse esfuerzos en hacer una única distribución educativa para todo el territorio. O, mejor aún, no inventar tantas distribuciones sino contribuir en la mejora de una distribución mayor (cualquier sabor de Ubuntu) para adaptarla a las necesidades de la comunidad educativa y, en todo caso, ofrecer una ISO de dicha distribución mayor precargadla con el software necesario, en lugar de duplicar esfuerzos con repositorios propios y toda la parafernalia que se montó.
Limitación del usuario administrador
Otra decisión que siempre vi criticable en Guadalinex, la distribución que teníamos en Andalucía (ahora le han cambiado el nombre a EducaAndOS, no sé por qué ni para qué) es que nos encontramos con los derechos de administración totalmente capados.
Esto, a priori, puede ser una buena idea, pero si hay docentes con los suficientes conocimientos y/o con necesidades particulares, acaba convirtiéndose en una restricción innecesaria y artificial.
Hay una tienda de aplicaciones propia con unos programas muy concretos que se pueden instalar. Más allá de lo que allí se ofrece, imposible. Teóricamente se podía solicitar la adhesión de otro software, pero el resultado era que esas peticiones no llegaban nunca a buen puerto.
Obligados al arranque dual
Esta cuestionable gestión del sistema operativo, sumado al rechazo siempre presente de docentes y alumnos ante el uso de GNU/Linux, acababan con inicio dual del SO autonómico y el Windows que tocara (normalmente 7, porque 10 ya es demasiado potente para los equipos o también causa rechazo).
Curioso este rechazo cuanto menos cuando al final la mayoría de docentes lo que hacen es escribir con un procesador de textos, pero claro, cuando el libro digital de la sacrosanta editorial solo estaba disponible para Windows, había que contar con este SO sí o sí. Ahora la cosa ha cambiado un poco porque esos libros digitales se ofrecen en web, pero aún así, muchos docentes no están cómodos con Linux.
Dotación de portátiles
Unido a esto hay que hablar de la dotación de portátiles. Hace años se le dieron equipos a los alumnos, que al final acababan perdidos, con otro SO o con un uso, desde luego, muy diferente al que se les suponía.
También se proveyeron portátiles para las clases, unos portátiles que quedaron rápidamente desfasados, con SO desactualizados o directamente inservibles. La causa sería pasar de mano en mano de los alumnos, la falta de tiempo del coordinador TIC para mantenerlos o a saber cuántos factores más, pero dichos portátiles para clase nunca funcionaron del todo bien.
Me vengo al presente para hablar de una última decisión tecnológica regulera. Este curso marcado por el Covid y la educación semipresencial nos han dado portátiles a los docentes andaluces. Dichos portátiles tenían Guadalinex Edu y han tenido que actualizarlo a marchas forzadas a EducaAndOS. Por otro lado, muchos docentes que querían usarlos para hacer clases sincrónicas (es decir, con videollamada en directo con los alumnos que estuvieran en casa conectados a la vez) se han encontrado que no tenían micro o cámara o que este no funcionaba porque los drivers no son compatibles.
En 2020.
Poco a poco se van solucionando los problemas a través de actualizaciones, pero es un suma y sigue de malas decisiones tecnológicas.
Las PDI iban a salvarnos a todos
Otra potente inversión fueron las PDI, Pizarras Digitales Interativas (esas eran las más molonas, las que no molaban tanto eran solo PD, sin I), unos aparatos que también se quedaron desfasados en cuanto llegaron las tabletas y los docentes quisieron conectarlas a los proyectores de dichas pizarras. Muchas pizarras no tienen HDMI o no permiten una manera fácil de hacerlo.
Por no hablar del sistema SMART, que a veces interrumpe el flujo de trabajo, los sistemas táctiles descalabrados o de la necesidad de conectarles un ratón y un teclado, con lo que la usabilidad de los inventos bajaba a los infiernos.
Servicios web de la Junta
Hay que decirlo: los servicios más importantes están funcionando impecablemente este curso, a pesar de mis quejas anteriores. Séneca, iSéneca, Pasen e iPasen no están dando problemas, lo cual es de agradecer y destacar. Lo mismo ocurre con MoodleCentros, la plataforma educativa que nos ofrece la administración.
Pero la Junta nos ofrece muchos más servicios web. El problema es el de siempre: se actualizan poco y se publicitan menos. La web de estos otros servicios, que tanto potencial podían tener, no cambia desde 2015. Luego uno lee que el Centro de Gestión Avanzada sufrió recortes con el gobierno anterior que continúan en este y ya todo cuadra.
Tenemos un correo corporativo (pero este de verdad, no el gestionado por GSuite que tienen muchos centros) que nos ofrece tan solo 200 MB de espacio. Suficiente, pero poco.
Ese correo corporativo lleva (o llevaba) asociada una cuenta XMPP que nadie usa, pero tampoco se molestaron mucho en publicitar.
También tenemos BlogsAverroes, donde nos ofrecen una instalación de WordPress. El dominio es bastante feo, pero la mayoría de profesores optan por un blog de cualquier servicio gratuito.
Hay más servicios, pero el más interesante es un OwnCloud de 10 GB llamado FicherosJunta. Los docentes, por algún motivo, tenemos que solicitarlo, no lo tenemos activo. Funciona muy bien… salvo cuando la red Wifi te expulsa de los servicios de la Junta.
Sí,sí, tal cual. La red que nos provee la administración corta la conexión con los servicios de la misma administración, una novedad que ocurre en el centro en el que estoy este curso. Por ejemplo, estoy en la Moodle de la Junta, y de buenas a primeras me dice que no encuentra el servidor. Paso a conectarme al internet de mi teléfono y todo va bien. ¿Caída del servidor? No, el mismo Wifi de la administración me echa de los servidores de la administración.
Conclusiones
Es importante remarcar que los trabajadores del Centro de Gestión Avanzada, los desarrolladores de Guadalinex o EducaAndOS, quienes manejan los servicios de la Junta, ya sean los mismos o grupos diferentes, no tienen culpa de todo esto que he contado. Seguramente sean pocos y estén explotados, trabajando para hacer las cosas bien. Menos responsabilidad aún tienen los coordinadores TIC de los institutos. El problema, como siempre, viene por las malas decisiones políticas, unas decisiones que repercuten en el trabajo y el día a día de muchas personas.
Desde luego, nadie en 2006 podía prever la evolución de la informática, pero sí se podían haber hecho las cosas algo mejor.
- Optar por una distribución mayor y trabajar en su mejora en lugar de duplicar el esfuerzo en las diferentes autonomías.
- Dar mayor libertad a los usuarios con mayores conocimientos para instalar software específico que necesitaran.
- Aportar por otro tipo de portátiles para los alumnos y para los docentes.
- No meter el hardware de la PDI en la misma PDI. Ha traído más disgustos que alegrías.
Actualmente, el debate respecto a las TIC en educación está en temas muy diferentes. Hace mucho tiempo que dejó de hablarse de hardware y software y en su lugar se debate sobre qué herramientas online deberíamos usar para organizarnos o por qué plataforma educativa apostar.
Cuando uno lee que la administración pública llega a acuerdos con grandes multinacionales para gestionar la educación pública es porque el foco en educación está puesto en asuntos muy diferentes que hace unos años.
Pienso que, a día de hoy, con el gran recorte que sufre la educación pública desde hace años, esa dotación tecnológica en muchos casos anticuada va a convivir con nosotros durante mucho tiempo más, obligando en muchos casos a que los docentes tengamos que dejarnos dinero de nuestro bolsillo para atender a nuestras necesidades tecnológicas.
Aquí no hablaré de la cantidad de equipos que se compraron durante el confinamiento porque entonces ya no acabo, pero yo mismo tuve que comprar adaptadores a HDMI e incluso un mini proyector para paliar la falta de los mismos en uno de los institutos en los que trabajé.
El futuro no es esperanzador en este respecto, y yo ni soy técnico ni informático para proponer soluciones. Como «docente raso» sí me gustaría poder conectar mi equipo con mayor facilidad, y si vuelve a haber una apresta por el software libre, que se haga con mucha mejor planificación.
Pido demasiado. Si yo lo sé. Mientras tanto, seguimos sobreviviendo con lo que hay. Como siempre.
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