Leer en audio, una opción más que interesante

Últimamente estoy haciendo mucho uso de audiolibros. Este descubrimiento (o redescubrimiento, porque conocerlos ya los conocía, solo que no les había prestado atención) viene favorecido por mis actuales circunstancias.

Dispongo de poco tiempo para sentarme a leer, pero sí tengo bastantes momentos en los que no me cuesta nada ponerme un audiolibro: el camino de casa a la estación, en el tren, mientras hago alguna tarea de la casa… Si me pongo a sumar ratos resulta que avanzo bastante rápido en la novela, un avance que se acentúa si por las tardes saco un rato para sentarme a leer o a escuchar.

Con esta forma de leer he llegado a completar libros en una semana, lo cual es todo un logro para mí.

Mucha gente no considera el escuchar un audiolibro lo mismo que leer porque entran en juego habilidades diferentes, pero lo cierto es que me es indiferente. Debido a esta falta de tiempo, últimamente no me estoy enfrentando a novelas difíciles desde un punto de vista estilístico, sino que me centro en novelas con una acción más o menos rápida con un argumento sencillo de seguir, y en ese caso lo único que me interesa es saber qué ocurre después. Para eso tampoco se requiere una atención enorme y, aunque fuera una novela más compleja, cuando escucho pongo bastante atención también, así que también sería capaz de seguirla bastante bien.

Hay cada vez es más plataformas para poder descargar audiolibros, pero mi secreto es la Biblioteca digital de la ONCE, un servicio que lleva funcionando literalmente décadas y en el que se pueden descargar audiolibros para uso exclusivo de afiliados. Un filón, porque hay lectores mejores y peores, pero lo lee un ser humano, y la biblioteca tiene muchísimos y muy variados títulos.

Este servicio lo conocía también desde hace años, y sabía de mucha gente que le sacaba mucho provecho: de verdad que no entiendo por qué no había empezado yo a hacerlo también. Nunca es tarde para empezar.

Pero no solo estoy haciendo uso del audio para leer libros: también lo uso para escuchar artículos de los que se guardan para leer más tarde. Con esto tengo una mala costumbre y es que guardo, guardo y guardo y cuando llegan unas vacaciones me paso literalmente horas leyendo artículos, muchos de los cuales han perdido vigencia o interés, pero muchos otros me siguen interesando aun pasados los meses. Con el audio puedo poner me unos cuantos cada día para que así no se me acumulen tantísimo.

Si estáis en una situación parecida a la mía, os recomiendo encarecidamente que le deis una oportunidad al formato audio. Yo estoy escuchando con la aplicación VoiceDream, disponible tanto para Android como para iOS.

Cuando uno tiene la necesidad de leer, cuando se echa de menos el no tener una buena historia entre manos, se hace todo lo posible por tener una novela entre manos. En mi caso he cambiado la novela por los oídos, y la satisfacción es muy parecida si no igual.

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Una respuesta

  1. […] Desde que estoy trabajando apenas dispongo de tiempo de sentarme a leer, por lo que hago mucho uso de los audiolibro. Es irónico que diga estoy siendo profesor de Lengua y Literatura, pero es así. No me voy a extender con este tema porque ya os hablé largo y tendido sobre ello en una entrada anterior. […]

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