Hoy os voy a contar una historia de incomprensión. Nunca entenderé por qué hay gente que fuma.
Creo que cualquier persona que haya podido acceder a cierta educación sabe a ciencia cierta lo perjudicial que es, no solo para quien elige fumar sino también para quien lo rodee. Menos aún comprendo cómo hay gente joven que todavía cae en ese perjudicial vicio, además de unas maneras que ríete tú de la generación de nuestros padres o nuestros abuelos, fumando una cantidad absurda de cigarrillos al día.
¿Por qué se comienza a fumar? ¿Por tradición familiar? ¿Por aceptación social? ¿Por placer? Todos los casos me parecen igual de incomprensibles. Como digo, ver a tanto adolescente que empieza a fumar a temprana edad me parece una señal muy clara de que algo estamos haciendo mal como sociedad al educar a nuestros jóvenes.
No sé qué satisfacción puede encontrar nadie en meter humo lleno de tóxicos en los pulmones. No sé qué placer puede ver nadie en volver a casa oliendo a tabaco. Y yendo más allá: no sé cómo puede haber gente tan desconsiderada que fume delante de otras personas para que los demás se traguen su humo. Pocas cosas hay que me den más asco que llegar a casa y tener que sacar fuera mi ropa porque apesta a tabaco, sobre todo si es de algún desconocido que no ha tenido la deferencia de avisar siquiera. No tienen por qué hacerlo si se fuma en lugares permitidos, ojo, pero no estaría de más decirlo.
Aún recuerdo cuando se anunció la ley antitabaco y cuando se endureció. Muchísima gente clamando que se les coartaba su libertad, que ellos eran los únicos que podían decidir dónde y cuándo fumar. Yo, como fumador pasivo, no puedo estar más contento de aquella medida, porque aún recuerdo el malestar cuando, estando ya sentado con mi familia en un restaurante, venía alguien y se ponía a fumar un puro. Usaba su libre albedrío para machacarse sus pulmones, muy bien, pero también nos obligaba a nosotros a estar incómodos en una comida tragando y oliendo su humo, deseando terminar de comer para irnos.
Sé que hay gente que fuma por liberar estrés, o por contexto (solo fuman cuando salen o cuando están con cierto grupo de amigos), igual que el que se toma una taza de café por la mañana porque, juran, de otro modo no arrancan. Desde mi punto de vista, eso es malacostumbrar al cuerpo. En el caso de la cafeína lo puedo entender, después de todo (que yo sepa) no provoca cáncer de nada, pero mucha gente muere por fumar demasiado.
«De algo hay que morirse», me puede decir alguno, pero para mí es muy diferente morir, pongamos, por llevar una mala alimentación porque te guste mucho un buen chuletón de ternera a morir por meter en tu cuerpo sustancias que sabes sí o sí que matan.
Dicho lo cual, me parecería mal que se prohibiera su venta porque se crearía un mercado negro, al igual que ocurre con tantas otras drogas. Cada quien es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana, y a pesar del tono de esta entrada, poca gente es fumadora a mi alrededor, y los que lo son suelen ser muy respetuosos con mi decisión de no fumar.
Puedo entender que haya gente que fume marihuana (porque sí está comprobado que relaja, porque sí está comprobado que alivia los dolores), e incluso cachimba (por lo menos sabe a algo), pero ¿fumar tabaco solo? ¿Aspirar humo?
La pregunta del título no es retórica. Que alguien me lo explique, porque yo no lo entiendo. Es más, amplío la cuestión: ¿hay costumbre más absurda, inútil, incomprensible y asquerosa que fumar? Para mí, desde luego, no.
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