En Pump.io se creó un pequeño debate en torno a XMPP en el móvil a raíz de esta nota (TL;DR: he vuelto a WhatsApp, a pesar de todo, para tener algún contacto tecnológico con mis cercanos, mínimo desde que borré Facebook), y yo me quedé pensativo.
Esta entrada, parecida a esta otra pero desde el punto de vista de un usuario y más de andar por casa, la escribo sin intención derrotista ni en ella pretendo defender tecnologías centralizadas, unas tecnologías que triunfan sobre todo por el efecto red, pero sí admito que no es solo por eso: también triunfan porque aciertan con sus características, y eso es lo que falla en los actuales clientes para Jabber.
En este casi un año que llevo siguiendo el desarrollo de clientes XMPP para Android, lo cierto es que, como es normal por ser proyectos no comerciales, se ven muchas buenas intenciones pero pocas aplicaciones útiles si las comparamos con los equivalentes centralizados. Y por mucho que reportemos y demos ideas, si el desarrollo tiene un ritmo determinado, los usuarios de a pie no podemos hacer nada al respecto.
Todos los clientes funcionan perfectamente para el texto. Es lo básico y fundamental y debería ser más que suficiente, pero lo cierto es que en el momento que quieres enviar un archivo o hacer una llamada, hay que vérselas y deseárselas con las combinaciones de programas. Esto ocurre hasta en PC, y es difícil que algo así, en este estado, llegue al usuario común. Aunque Jabber tiene enormes ventajas, si a un whatsappero le pones una aplicación como Xabber (de las más maduras entre los clientes), en cuanto ve la interfaz de Android 2.3 y que no puede enviar archivos, su reacción natural (a no ser que esté «obligado» para hablar contigo) será quitarlo.
Xabber, Jtalk, Yaxim, Tigase, Chatsecure, Kontalk XMPP (que no termina de llegar)… todos tienen sus virtudes y ninguno cumple algo fácil de enunciar pero muy difícil de llevar a cabo: ofrecer un cliente móvil completo y fácil de usar.
Y cuando digo «fácil de usar» miro a WhatsApp. El tener que abrir una cuenta o dar una ID no me parece un gran problema, pero sí la falta de funcionalidades. Si no se pueden enviar fotos dándole a un botón, mal vamos. WhatsApp acertó con la conexión permanente, con los grupos, con mostrar al principio los chats recientes y con la facilidad al enviar archivos, aunque reduzca la calidad hasta límites casi ridículos. Pero es rápido. Y es fácil.
Todas son opciones que se pueden implementar en XMPP, pero la cuestión es que ahora mismo no hay ninguna aplicación que lo haga con igual o mayor facilidad. Crear un cliente para Jabber no debe ser fácil, especialmente si se hace por amor al arte y cuando gente que sí tiene recursos se dedica a reinventar la rueda en vez de contribuir a lo que ya hay.
Mis ilusiones han pasado por Jtalk y Yaxim (programas que aún sigo), y ahora las tengo puestas en Conversations, que imita a WhatsApp en los aciertos de interfaz e implementa las extensiones necesarias para hacer de XMPP una buena experiencia móvil. De momento no implementa envío de archivos (aunque está en sus prioridades para la siguiente versión) y es de pago en el Google Play (aunque no en F-droid por ser una compilación diferente). Pero estamos en las mismas: otro programa más, con su ritmo de desarrollo y sus objetivos. Otro frente más que observar y con el que soñar.
Repito que no digo todo esto en tono derrotista, ni defiendo las opciones centralizadas, ni pienso que XMPP sea un fracaso. Es más, mantengo que en el largo plazo todos acabaremos usándolo (y más tecnologías descentralizadas), porque la vorágine de la mensajería instantánea se tiene que acabar tarde o temprano.
Es injusto pedir para ayer grandísimos programas con iguales o mejores características que sus competidores centralizados. Tienen la ventaja de jugar con sus propias reglas en su coto privado, y los desarrolladores de Jabber tienen que lidiar con muchísimos aspectos de diversidad tanto en servidores como en clientes. Pero es lo que hace falta para que Jabber despegue y deje de ser un eterno querer y no poder.
Mientras, a sus usuarios actuales, felices a pesar de todo, sólo nos queda complementar su uso con opciones centralizadas (nadie dijo que sólo tuviéramos que usar una), seguir el desarrollo de las aplicaciones y esperar que llegue el gran día en el que podamos recomendarlo sin reservas a nuestros conocidos menos tecnófilos.
Versión Pump.io (anterior, algo diferente)
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