Una entrada personal muy larga para acabar el año

Antes que nada: ¡Felices fiestas y feliz 2014! Espero que paséis unos días muy agradables rodeados de vuestros familiares y amigos y que entréis en el nuevo año con muchas sonrisas.

Así como el que no quiere la cosa, el 2013 se nos escapa entre los dedos. Tal como vino se va, pero, ¡cuántas cosas deja tras de sí! Un año, con sus trescientos sesenta y cinco días, siempre da para mucho, aunque nos pueda parecer que lo que ha pasado tenga poca importancia. Y como es época de rememorar y plantearse el año que entra, pues vamos a ello.

Si tuviera que definir el año 2013 con una palabra sería ­«transición», en el que he tomado decisiones para mejorar mi futuro y mi salud. Ha sido el año en que terminé el Máster y en el que he empezado a estudiar oposiciones, dos hechos que me acercan un poco más al objetivo que he perseguido durante toda mi vida. Además, he continuado con mi aprendizaje de la guitarra (algo a lo que me gustaría dedicarle más tiempo, pero las circunstancias son las que son) y he empezado a preparar el nivel B2 de inglés, entre otras cosas del estilo relacionadas con mi futuro.

En este sentido, 2014 será un año crucial. Aunque con muy pocas plazas, en Andalucía hay oposiciones para profesor de lengua, y yo voy a presentarme. Lo peor que me puede pasar es suspender, y aún así ya sabré a qué me enfrento para la próxima. Lo mejor e ideal sería conseguir plaza, para lo que voy a estudiar muy duro (más duro de lo que llevo estudiado, porque lo cierto es que he sido muy desigual en este tiempo). Si no consiguiera plaza, hay muchos otros trabajos relacionados con las letras que me gustaría probar, aunque sea fuera de mi ciudad o de mi comunidad autónoma, ya que moverme es algo que nunca me ha asustado.

Pasando a asuntos más triviales pero que también son parte importante de mi día a día, este año he sido más observador que creador. He leído y aprendido mucho a partir de artículos de la web y conversaciones con personas muy interesantes que comulgan con los ideales del software libre, además de realizar mis pequeñas investigaciones tecnológicas. La consecuencia de este año tan ­«tecnófilo» es que he leído muy poca literatura (apenas unos ocho libros, aunque dos son de Canción de hielo y fuego, con la extensión que ello conlleva), pero no es algo de lo que me arrepienta porque he aprendido muchísimo a partir de otras fuentes.

Por supuesto, el hecho de leer poca literatura no quiere decir que haya desatendido la necesidad de ficción que tiene todo ser humano. He visto algo más de cien películas y también muchas series, tanto de animación como de imagen real, películas clásicas y modernas, para reflexionar y para entretener. Ha sido un año en el que he quemado ciertas películas, de ponerlas de fondo para desconectar el cerebro y ni siquiera molestarme en seguir la historia.

Pero sin duda, lo más importante de este año que se va han sido las personas, los amigos antiguos y los nuevos. Ha sido un año donde me he sentido muy a gusto con las personas de mi entorno, tanto en el MundoReal como en el virtual, y eso es algo que agradezco y valoro por encima de todo. De 2014 sólo puedo esperar que estas relaciones sigan igual de vivas o más, y hacer más amigos, muchos más.

Tengo la sensación y el deseo de que este año que entra en pocas horas será muy importante para mí. Espero encontrar trabajo, y quiero cultivar aspectos y habilidades de mí que en este año he tenido un poco abandonadas. Lo cual me lleva a los propósitos para el nuevo año:

  • Leer más. No más libros, sino leer más en general, porque la cantidad no es importante cuando las obras son de amplia extensión.
  • Escribir más. Estos días tengo muchas ideas para escribir mucho, tanto de creación como de divulgación: cuando empiece el año espero materializar estas ideas en textos, y espero que este blog se vea beneficiado por ello.
  • Más creación, en general. Últimamente tengo inquietudes para probar otros ámbitos creativos.
  • Más constancia con la guitarra. No voy a aprender si la dejo abandonada durante semanas.
  • Hacer dieta tecnológica. Sin afán paranoico, creo que la tecnología ha influido mucho en mi vida durante los últimos años, y quiero relajar este aspecto.

Al final de 2014 volveré a esta entrada y contaré si he sido capaz de cumplir estos objetivos o no, que es lo más probable por lo complejos y extensos que son algunos. Si es así, espero que las circunstancias de mi vida me impidan llevarlos a cabo por algún cambio para mejor.

Para finalizar, solo me queda reiterar mis deseos de que entréis en el nuevo año con buen pie, y que sonriáis mucho. Porque cuando los años se van volando, si el tiempo ha tenido a bien no ralentizarse, es porque, en mayor o menor medida, somos felices. Y eso es lo más importante.

Feliz 2014.

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2 respuestas

  1. Feliz año nuevo, Adrián.

    Espero que el 2014 te depare muchas alegrías y que esas oposiciones vayan a tu favor. Las lecturas, el cine, la teconología, se convierten en algo secundario cuando se trata de ganarse la vida, y seguro que en julio estás a punto para defender cualquier tema delante de un tribunal. Ánimo y muchas fuerzas.

    Por lo demás, a ver si buscamos un rato y nos tomamos un café,que ya hace tiempo.

    Un abrazo

    Jorge

    1. Adrián Perales

      Muchas gracias, Jorge. Ya encontraremos un momento para ese café, no te preocupes :) ¡Feliz año nuevo!

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