Instalé mi primera distribución el 11 de septiembre de 2006. Guadalinex 3.1, una calamidad. Antes ya usaba software libre en Windows, programas tales como GIMP o aMSN. Y desde entonces no he parado.
Este año hará siete que uso GNU/Linux, un número no demasiado espectacular, pero hay algunos datos que me enorgullecen al recordarlos hoy. Hasta agosto de ese año no tuve PC propio (usaba uno «heredado»), y al parecer tardé menos de un mes en instalar Linux. Ya en el PC anterior hice un intento de instalar Suse, con lo que conseguí borrar mi disco duro.
Cuando instalé Guadalinex era un chico de 17 años que iba a comenzar un Segundo de Bachillerato de letras, un chico al que le gustaba curiosear programas, intentaba hacer sus pinitos con el RPG Maker y tenía con los conocimientos justos de HTML para montar una pequeña web (los mismos que tengo hoy). La web aún sigue online, aunque abandonada.
Creo que no era precisamente el usuario común del sistema del pingüino, por lo menos en aquella época, ya que usarlo era fácil pero no tanto como ahora, y tenía claro que mi futuro no iba a estar atado a la informática. Aunque me gustaba mucho trastear, no tenía intención de aprender programación. Ahora me pica el gusanillo, pero es uno de tantos «algundía».
Si cuando digo que soy un filólogo atípico no lo digo por nada…
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