Resulta que Hironobu Sakaguchi, uno de los padres de la saga Final Fantasy, hace muchos años que se separó de esta saga y fundó su propio estudio, Mistwalker. Yo no conocía esta historia, y cuando investigué el asunto me encontré con algunos títulos que llamaron mi atención pero que no jugué, tales como Blue Dragon o Lost Odyssey. Su último lanzamiento es este Fantasian, su vuelta a los RPG.
Lo curioso de esto es que es exclusivo de Apple Arcade. He escuchado a Lynx decir que no quieren ganar dinero, y lo cierto es que es un movimiento curioso. Pero a mí, como jugador, lo que me interesa es que pude aprovechar los seis meses de Apple Arcade que me regalaron con el portátil para jugar su primera parte. El juego fue lanzado en dos partes, y ya están disponible las dos, pero no en el momento en que se me acabó la suscripción.
El juego tenía muchos reclamos llamativos: la participación de Sakaguchi, la colaboración de Nobuo Uematsu (el compositor clásico de los Final Fantasy) o unos escenarios basados en dioramas reales construidos por su equipo.
En esos escenarios está la mayor pega que he encontrado. Como Shantae, yo lo jugué en macOS con mando, y se nota que está pensado para jugarlo en móvil: las fotografías de los escenarios quedan realmente mal al escalarlas a un monitor grande.
El combate de Fantasian es una actualización fantástica para el tradicional sistema por turnos, y es cómodo tanto para mando como para móvil. Resulta mucho más ágil que en Final Fantasy antiguos, empezando por cómo se muestran los comandos en pantalla (hay dos botones grandes, uno de atacar y otro de la última magia u objeto utilizado) y por cómo se dirigen los ataques a los enemigos, pudieron alinear enemigos en ataques poderosos.
Quizá lo que más ayuda a agilizar el juego respecto a los clásicos es que hay una máquina capaz de almacenar los monstruos de los combates aleatorios para luego enfrentarlos a todos a la vez. Eso permite explorar mejor los escenarios sin parar cada dos por tres. Además, las animaciones de ataques y magias son mucho más ágiles que antaño.
Por otro lado, hay peculiaridades como un personaje que usa sus PV como si fueran PM o una actualización del tablero de habilidades de Final Fantasy X, que ahora permite ir atrás para elegir otro camino según la batalla.
Respecto a la historia, nada nuevo bajo el sol: un malvado quiere someter al mundo a través de una corrupción mecánica y nuestro protagonista, Leo, puede ser la clave para impedirlo… pero ha perdido la memoria. Mientras la recupera se encontrará con otros personajes que le ayudarán en su aventura y que también tienen su papel en la trama.
Por supuesto, que no falten las chicas enamoradas del protagonista. Es clásico hasta para eso. Al menos no son (del todo) damiselas en apuros.
Como nota final, conste que hace mucho tiempo que no jugaba RPGs antes de Fantasian. Puede que muchos puntos que destaco aquí lo hayan hecho otros títulos antes y quede como un inculto del mundo de los videojuegos. No pasa nada: lo soy.
En un tiempo volveré a pagar Apple Arcade para seguir disfrutando de este grandísimo juego. Desde luego, la primera parte merece de sobras el precio que cuesta el servicio.
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