A la mayoría de mis lectores no les sonará este nombre, pero dentro de Cádiz y de su carnaval resulta imprescindible. En estas líneas me gustaría destacar su figura.

Antonio Martín es un autor de comparsa que inició su andadura compitiendo con Paco Alba, nada menos que el iniciador de dicha modalidad en los años 60.

Después de eso estuvo nada menos que cincuenta años activo (con sus obligatorios patrones, claro). En este tiempo compitió con Enrique Villegas, Pedro Romero, Joaquín Quiñones, Antonio Martínez Ares, Jesús Bienvenido, Tino Tovar o Juan Carlos Aragón, con algunos de los cuales tuvo una rivalidad abierta. Y a muchos los superó en repetidas ocasiones. Hablamos de grandes nombres de la modalidad.

Siempre me han mereciendo mucho respeto esas personas capaces de llevar a cabo su pasión durante mucho tiempo, y este señor estuvo compitiendo en el concurso del Falla año tras año durante toda su vida, a veces en varias modalidades y ganando premios. Eso es algo tremendamente difícil de conseguir en un mundo tan competitivo como el del COAC, y este señor (con la ayuda de su grupo y de ciertos colaboradores, evidentemente) lo consiguió en muchísimas ocasiones.

Hay muchas figuras muy reivindicables en el carnaval de Cádiz, pero pocas han estado tantos años con unas cotas de calidad tan altas como Antonio Martín.

No voy a negar lo evidente: en mi admiración por este señor, además de la calidad de sus agrupaciones, influye que en mi casa ha habido mucha afición por las mismas. Recordar agrupaciones como A fuego vivo, Entre rejas, Los principiantes y tantas otras supone trasladarme a una época más sencilla de mi vida.

Antonio Martín se retiró hace unos años dejando un legado que se recordará por generaciones en el carnaval de Cádiz. Y bien merecido lo tiene.