Una reflexión para plasmar estos pensamientos por escrito. No esperéis una conclusión clara porque no la tengo.
Cuando hablo con algunas personas en este etéreo mundo cibernauta, me dicen que cuando algo está en su disco duro es suyo, de su propiedad, y da igual si lo han generado ellos o si es una descarga de cualquier lugar.
A mí me ocurre algo curioso. En mi ordenador considero mío lo que he generado yo (documentos, imágenes o cualquier otro archivo que haya creado), pero no todo lo demás.
Es decir, aunque yo tenga películas descargadas por P2P en mis discos duros, no las considero mías. Ni siquiera si esa descarga corresponde a un contenido con una licencia permisiva que contemple su libre distribución.
Para rizar más el rizo, ni siquiera siento esa sensación de posesión con los archivos de sonido generados a partir de los discos de música que tengo en la estantería, cuando sí considero que esos discos son míos. Tampoco considero míos esos libros digitales que he pagado en cualquier tienda.
En mi caso la clave está el haber creado yo el archivo. En ese caso no necesito que haya un soporte físico: lo he creado yo, es mío.
Quizá haya más gente con esta percepción y por eso nos resulta natural esta llamada «cultura del acceso» que estamos viviendo. No solo en servicios de pago sino también gratuitos (o aparentemente gratuitos porque en realidad están minados de publicidad). El usuario no tiene ningún archivo en su ordenador, simplemente se le da el acceso a un contenido situado en un servidor (¿cuántas veces hemos visto ya quejas porque ha caído el servicio gratuito de turno donde se podían ver series y películas?).
Desde un punto de vista ético-tecnológico, el P2P me parece la mejor opción porque se da intercambio entre usuarios, el contenido no se pierde y cada quién tiene su archivo en su ordenador.
A pesar de esa ventaja, por mi particular percepción sobre este asunto y a pesar de los problemas que veo, me ha resultado natural el paso del P2P a servicios de pago para acceder al contenido. Tan mía es una canción o una película en mi ordenador como en un lejano servidor. Y si el contenido desaparece de ese lejano servidor, el P2P siempre estará ahí para suplir esa u otras carencias. Prefiero disfrutar de los dos mundos.
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