Mis planes con la tecnología

En 2017 me compré un iMac. Me he puesto muchas excusas desde entonces para justificar tal decisión, pero el caso es que ocurrió. Y desde ahí vinieron casi todos los demás aparatos de Apple: iPad, iPhone, Apple TV y Apple Watch. Mi informática, desde entonces, se ha visto influida por la marca y sus peculiaridades.

Siempre tuve claro que llegaría el momento de tomar decisiones. De hecho, me encargué de no atarme más de la cuenta al ecosistema, cosa que ahora agradezco. Aún no ha llegado el momento de tomar tales decisiones, pero sí que llevo tiempo pensando en el devenir de mis aparatos.

En esta entrada quiero fijar lo que pienso hacer, como ya he hecho alguna vez en el fediverso. No esperen nada sorprendente o un cambio radical: mis planes son quedarme en una situación bastante parecida a la actual. Esto es pura divagación.

Ordenador de sobremesa

Mi iMac de 2017, con pantalla 4K de 21,5 pulgadas, sigue funcionando perfectamente. Pero ya no recibe actualizaciones oficiales y, al meterle OpenCore Legacy Patcher, tiene la última versión del SO pero no funciona tan, tan fino. No va mal, pero hay detallitos.

Como mi equipo principal actualmente es el Slimbook One con GNU/Linux, planeo formatear el iMac, ponerle la última versión de macOS soportada oficialmente por Apple y usarla, como ya hago, únicamente para la edición de audio, hasta que el equipo no dé más de sí o hasta que ese SO se quede tan obsoleto que sea un peligro.

No planeo meterle GNU/Linux porque el hardware de Apple es muy especialito y, tras siete años, aún no hay una distribución que soporte todas sus peculiaridades desde el inicio. Quizá en unos años esto cambie, pero mi idea es que, cuando deje de serme útil, lo llevaré al punto limpio. Espero que eso sea dentro de mucho.

Eso sí: lástima que no haya monitores 4K de tamaño tan contenido, porque para mis ojos es ideal. No cansa nada la vista. Escribo esto desde un monitor de 21,5 pulgadas con 1080p que se ve bastante bien, pero se nota que no tiene alta densidad de píxeles.

Pienso que siempre tendré un PC con macOS por la edición de audio. Gracias a Daniel Sanz tengo una serie de plugins semiprofesionales o profesionales con las que logro un resultado que sería muy difícil de replicar en GNU/Linux, si acaso pudiera. Si este iMac deja de ser útil, usaré el MacBook Air M1 conectado al monitor que uso para el miniPC, o pillaré un macMini. No pienso renunciar a macOS pero sí lo dejaré para el audio, como ya hago.

El portátil

Nunca fui una persona de portátil. El tener un teclado entre mi cara y la pantalla hace que me sea incómodo. Solo he tenido tres desde 2008, y uno lo vendí por falta de uso.

A finales de 2020 me hice con un MacBook M1 para trabajar durante las clases semipresenciales. Desde entonces, mi uso se limita a momentos puntuales en el trabajo (cuando necesito un sistema operativo completo y el iPad se me queda corto) y grabación de audio (la batería de este bicho dura una auténtica barbaridad).

Reemplazos fuera de macOS son Slimbook o Framework. Pero como lo uso principalmente para grabar, muy seguramente el reemplazo sea otro MacBook. Este portátil es muy nuevo y, con el poco uso que le doy, espero que me dure aún su buen número de años.

Tableta

Hace muchos años pensaba que la tableta era un juguete. Pero esto cambió cuando empecé a trabajar y me di cuenta de que disponer de una pantalla sin teclado es ideal para mí en muchos escenarios, en especial en el trabajo. Se ha convertido en un elemento indispensable en mi día a día al que no pienso renunciar.

Al iPad Pro que compré también en 2017 se le fastidió la pantalla y fui tan tonto de pagar un reemplazo. El que tengo es de 2018 y, aunque la batería no dura tanto como al principio y la pantalla ya tiene manchones de tanto uso, aún aguanta. Y pienso usarlo hasta que se caiga a pedazos o quede obsoleto.

Lo cierto es que estoy tan sumamente contento con el rendimiento de este aparato que no me planteo cambiar. Cuando este iPad muera, compraré otro. Seguramente el modelo más básico, pero será iPad.

Hay dos programas que me empujan a ello: iDoceo y Scanner Pro. El primero es un cuaderno de profesor que me hace muy sencillo el día a día en el trabajo y el segundo me permite escanear libros de texto y hacerles un OCR muy bueno sin mayor trabajo.

Quizá podría encontrar reemplazos en Android, pero estos dos funcionan tan bien que no me merece la pena el esfuerzo.

Tengo pensado, eso sí, adquirir en algún momento una tableta con GNU/Linux por puro capricho. Para ver cómo van y qué puedo hacer con ellas. No pienso en tabletas con Android porque ya tuve una y sé que una modelo con buen rendimiento cuesta un dinero que no me quiero gastar en algo con Android, cuyo funcionamiento y privacidad están, por lo que sé, por debajo de iPadOS.

El teléfono

Mi siguiente teléfono será un FairPhone. Punto. Ya lo pensé en 2022 y volví a caer en iPhone con el modelo SE, pero todo lleva a pensar que este será el último modelo con TouchID y yo detesto con toda mi alma FaceID. Si voy a pasar a un teléfono más grande, prefiero pasar a uno con un modelo más ético.

Seguramente tire de la ROM de Android por defecto y le quite el rastreo de Google todo lo que me sea posible, como ya hice hace años con mis anteriores teléfonos Android. Al final necesito la aplicación del banco, ocasionalmente uso Google Maps, sigo con WhatsApp y otras aplicaciones que necesitan los Play Services.

La otra opción sería un Pixel al que meterle GrapheneOS, pero el extra de privacidad no me parece suficiente como para darle dinero a Google por su cacharro. Mejor apostar por un teléfono más ético.

Eso sí: para esto queda bastante aún. Pienso usar el iPhone SE hasta que se caiga a pedazos, y tengo un iPhone Xs en el cajón que aún está nuevo. Veremos.

El reloj

Llevo ya un año y pico en el que tengo una relación de amor-odio con mi Apple Watch.

Al principio me motivó muchísimo tenerlo. De hecho, cuando reventé el Series 3 lo reemplacé rápidamente por un Series 6. Controlaba mi movimiento diario, registraba las horas de sueño, me motivaba a rellenar los anillos… pero llegó un momento en el que todo esto se convirtió para mí en una obligación de la que no estaba dispuesto a preocuparme más.

Llevo dos veranos en los que el reloj va al cajón. Y después del verano del 2024 no ha tardado mucho en volver ahí. Así que, de cara a reemplazarlo, pienso más en seguir con el Casio de hace 20 años que uso ahora mismo más que en otro reloj inteligente.

No pasa nada. El reloj me sirvió para saber cuánto duermo y cuánto me muevo, cuántas kilocalorías suelo quemar. Pero ahora mismo no estoy en disposición de llevar tal control, y en caso de que quiera mejorar mi forma física, ni siquiera estoy seguro de necesitar tantos datos.

El aparato de televisión

Este punto es de los menos interesantes. Tengo un Apple TV sin 4K y con el mando horrible con el trackpad. El cacharro me permite acceder a lo que tengo en mi NAS, así como a los servicios de streaming que uso ocasionalmente, y funciona lo bastante bien.

Cuando tenga que reemplazarlo tengo en mente dos opciones: o bien tirar por un Android TV genérico al que ponerle Nova Player, o bien tirar por el OSMC Vero V y apoyar un proyecto de software libre. Pero esto es una decisión que aún veo muy lejana.

Y ya está

Como anuncié, no es nada espectacular. En el sobremesa seguiré con GNU/Linux y usaré macOS para el audio, el portátil seguirá siendo un Mac por lo mismo, seguiré con un iPad porque me facilita el trabajo, cambiaré el AppleTV cuando toque y renunciaré al reloj inteligente o miraré alternativas cuando toque.

Es decir: seguiré en contacto con aparatos Apple, a pesar de lo problemático, porque al final he estado ahí y he encontrado flujos de trabajo que, en mis circunstancias actuales, me costaría un esfuerzo que no estoy dispuesto a emplear para buscar reemplazos.

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2 respuestas

  1. ¡Eres de los míos! Siempre TouchID por encima del FaceID.

    No sabía que tenías tanta preferencia por la marca.

    Me intrigan dos cosas, de curioso que soy nomás.

    1. ¿Qué modelo de Casio usas?
    2. ¿La marca de tu NAS? ¿Hiciste alguna publicación sobre ello y su uso?

    1. Han sido muchos años de manzanita, pero «me estoy quitando»… un poco. Sobre el modelo de Casio, no tengo ni la más remota idea. Creo que en el reloj en sí no lo pone. Y el NAS es un MyCloud EX2 Ultra, muy limitado. Lo uso para guardar, ajem, copias de seguridad de series y películas.

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