Un soldado es arrestado por un crimen que no ha cometido (palabras literales de sus captores) y se infiltra en una base militar para evitar la destrucción del mundo. Esta es la premisa de un peculiar videojuego de infiltración que conocí gracias a Pazos64 y que completé en diciembre de 2023.
Los videojuegos de humor son algo totalmente desconocido para mí, y lo cierto es que este me sacó más de una carcajada. Pero no solo destaca por ser gracioso sino también por sus mecánicas.
Este juego homenajea los ‘Metal Gear’ originales (los que vinieron antes de ‘Solid’), unos juegos que jamás toqué pero que conozco por vídeos. Este homenaje está presente en la estética de pixel gordo y la perspectiva isométrica, pero también, como decía, en unas mecánicas muy pulidas que proporcionan una buena dosis de tontería en base a nuestra interacción.
Además, las batallas contra los jefes son muy variadas e imaginativas, y algunas resultan bastante difíciles (o al menos a mí, que soy jugador de dedos torpes). Jamás admitiré la cantidad de tiempo que me costó derrotar al submarino.
El juego está totalmente doblado al español de España con interpretaciones de calidad, usando esa dicción intensa tan propia de las películas de acción y que da un peso desproporcionado a cualquier tontería que le ocurra al protagonista.
(Destripe en los dos párrafos siguientes.)
El protagonista, Jessie Fox, es pacifista y ecologista, y este carácter se verá reflejado en sus decisiones durante la trama, que la complicarán más de lo necesario en ocasiones, y en la forma en la que debemos afrontar el juego. Como no quiere matar a nadie, nos tocará buscarnos las mañanas para inmovilizar a los enemigos.
Jessie es quien cuenta la historia en un doble marco narrativo muy curioso. En un primer nivel cuenta su historia a un ligue, y en un segundo, a un oficial. Estos personajes interrumpen y hacen preguntas, con lo que Jessie cambia la historia y, con ella, el escenario en el que jugamos. Esto permite que el juego dé muchos giros y que sea siempre variado y sorprendente.
(Fin de los destripes.)
Mi prosa es muy aséptica para transmitir las sensaciones que tuve a los mandos, pero jamás podía pensar que un juego pudiera sacarme mis buenas risas mientras me entretenía con unas mecánicas tan bien trabajadas y que también dan lugar al humor. En definitiva, es un juego muy redondito y no muy largo que ha superado las altas expectativas que ya tenía por el vídeo de Pazos.
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