Este es un juego de plataformas que pertenece al subégenero «juego difícil pa to sus muelas». Lo jugué en julio de 2022… y solo completé el modo historia.

El juego sabe perfectamente que es muy complicado y tiene una pantalla donde aclara que morir no significa nada. De hecho, el personaje vuelve al comienzo de la pantalla casi instantáneamente. Yo, como ya he dicho muchas veces, soy un auténtico zote con los mandos, y estoy convencido de que habré muerto una cantidad de veces muy superior a la media. Pero lo completé, y eso para mí ya es un logro.

El juego es una preciosidad en el apartado artístico, con un píxel gordo que le da una estética muy característico y una banda sonora que acompaña genial, y el personaje se controla con una precisión de cirujano si se es bueno con los controles (o si se desarrolla memoria muscular, como es mi caso).

Pero es que, además, también tiene una historia muy bonita. La montaña Celeste supone para la protagonista un reto personal que debe superar y por el camino se encuentra con personajes pintorescos que también tienen su historia y que conocemos entre salto y salto.

Por supuesto, el juego va mucho más allá de la historia básica. Cada nivel tiene una cinta donde se puede acceder a la «cara B», una versión mucho más complicada, y hay unos objetos que también son difíciles de alcanzar. Yo ni siquiera me planteé conseguir nada de esto.

Mi experiencia como jugador se ha limitado a completar la historia para conocer a esos personajes y demostrarme a mí mismo, como la protagonista, que era capaz de subir esa montaña. Los demás retos se los dejo a los jugadores con más tiempo y habilidad, no son para mí.