La semana pasada acabé este videojuego de género metroidvania que había visto recomendado en multitud de ocasiones.
Completé un setenta y pico por ciento en mi primera partida sin volver a lugares ya visitados más allá de lo imprescindible.
Hay varias razones por las que el juego me gustó mucho.
- La historia es muy hermosa y consigue que empatice con los personajes. El final me emocionó de verdad.
- Al ser un juego centrado en el movimiento, saltar con Ori es una delicia. Las habilidades solo contribuyen a mejorar ese aspecto.
- No es muy complicado, a pesar de que mi partida fuera bastante más larga de la media por mi problema de visión.
Sin embargo, hay un par de aspectos en los que me decepcionó.
Aunque el final de la historia me emocionó a nivel argumental, jugablemente me pareció abrupto. Pensaba que era el final de una mazmorra más antes de llegar al final y me encontré con los créditos en la cara.
El aspecto que más me ha disgustado es el gráfico. Es un juego realmente bello y detallado, pero los elementos de los escenarios no están bien contrastados. Hay muchos enemigos y trampas a los que no he visto y eso me ha provocado más frustración y reintentos que en otros juegos del mismo género.
En resumen, un juego muy hermoso a muchos niveles (el aspecto sonoro es maravilloso) pero con un final muy abrupto para mi gusto y con dificultades para mi problema de visión.
Puede que en algún momento le dé una segunda vuelta para conseguir las dos habilidades principales que me faltaron y completar el árbol de habilidades secundarias, pero estos dos aspectos no me dan los ánimos suficientes para hacerlo pronto. Tengo muchos juegos pendientes aún que me apetecen más, incluyendo su segunda parte que, al parecer, cambia y mejora algunos aspectos.
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