Siempre me gusta ver las series que tienen mucho impacto cultural. Me pasó con ‘Perdidos’, ‘Breaking bad’, ‘El juego del calamar’ o la primera temporada de ‘La casa de papel’, por mencionar las que me vienen a la memoria rápidamente. Sin embargo, jamás me había tomado en serio ‘Juego de Tronos’.
En un primer momento no la vi porque cuando salió aún tenía pendientes los libros. Cuando los acabé tenía la historia demasiado reciente y no me gustaba que no fuera del todo fiel. La intenté como dos o tres veces más y, por algún motivo (seguramente estrés) nunca aguantaba la primera temporada. Hace poco, con el estreno de ‘La casa del dragón’, decidí que quería formar parte de la conversación sobre la nueva serie y para ello debía verla por fin.
No voy a decir nada que no se haya dicho ya. La serie es fantástica a nivel narrativo y una delicia en lo visual. Tiene momentos que se quedan clavados en la retina y que da gusto comentar en una conversación. Sin embargo, con las dos últimas temporadas se fastidia todo.
Esto es algo que ya sabía antes de comenzar la serie. A pesar de que no viera vídeos ni reseñas, me llegaban titulares de lo horrendo que había sido su final. No voy a decir que el final estropea la serie, porque tiene seis temporadas memorables, pero es innegable que la resolución se siente precipitada y descuidada.
(El siguiente párrafo tiene destripes.)
La relación entre Jon y Daenerys se siente precipitada. La verdadera identidad de Jon, sacada de la manga. La batalla contra los caminantes blancos, aunque espectacular, es un cierre muy torpe para una amenaza que se había fraguado durante toda la serie. La «locura» de Daenerys, incomprensible. Ese dragón derritiendo el trono de hierro choca por completo con la sutileza del resto de la serie.
(Ya no hay más destripes.)
Para un análisis más pormenorizado, recomiendo vídeos de Jordi Maquiavelo o FilmsPlay.
Se puede comparar con lo que pasó con ‘Lost’, pero en ese caso el final sí me arruinó la experiencia completa de la serie. En ese caso se planteaban misterios con una explicación horrible (aunque me han explicado una teoría que le da sentido a todo), pero ‘Juego de Tronos’ al menos tiene una resolución. Insatisfactoria y torpe, pero resolución al fin y al cabo.
‘Juego de Tronos’ es una serie que hay que ver, pero en este caso no veo mal saber de antemano que el final es una decepción. Creo que esta decepción hubiera sido mucho mayor si hubiera sido uno de esos fans que llevaban años esperando esos capítulos finales.
Ahora solo queda esperar que la resolución de las novelas sea mejor que la de la serie. Si es que Martin no muere antes de acabar la saga, claro. Es una posibilidad que cada vez considero más plausible.
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