Cuando tomé la determinación de leer en Kindle y comprar en papel solo aquellos títulos que realmente me gustaran, había un asunto que me llegó a preocupar: los clásicos.
Yo leo muchos clásicos, pero cunado miré hace bastante tiempo solo encontraba ediciones desnudas, el texto de dominio público casi sin ninguna corrección.
Cualquiera que haya leído algún clásico sabrá que hacer esto es cuanto menos arriesgado. Te enteras de la historia, sí, pero, además de que estas ediciones suelen venir minadas de errores de diverso tipo, un lector casual no va a comprender el mundo de referencias que esconden o la relación entre el libro y su época.
Para comprender todo esto hacen falta ediciones críticas. Ediciones con un estudio introductorio, una buena traducción si es necesario y notas, muchas notas, para explicar referencias a otras obras, dar significado de expresiones que ya no se usan o explicar referencias al momento social, político y económico en que se escribió el libro.
Hace unos años era imposible encontrar ediciones críticas de clásicos en Kindle. Hoy casi basta con buscar un título para encontrar buenas ediciones.
Las principales editoriales que he visto son Austral, una editorial veterana que se ha abierto a los libros digitales, y Penguin Clásicos, una colección bastante nueva (del año 2015, si no me equivoco) que aumenta su catálogo a pasos agigantados como corresponde a una editorial de tal calibre. También podremos encontrar a Debolsillo para clásicos contemporáneos (aunque estas no son ediciones críticas) o a Anaya.
Por supuesto, faltan muchísimas editoriales y muchísimos títulos. Por ejemplo, Miau y Misericordia de Benito Pérez Galdós no están bajo un sello editorial importante, al igual que muchos otros títulos de mi biblioteca, títulos que trabajé durante la carrera y que pertenecen a la editorial por antonomasia de las ediciones críticas: Cátedra. Esta editorial ha publicado muy pocos libros digitales, no ya solo en Kindle. Si su gran catálogo estuviera disponible en digital sería un auténtico lujazo.
En definitiva, ya se pueden encontrar muchas ediciones críticas de calidad en Kindle, pero aún quedan muchos por llegar. Esperemos que las editoriales sigan abriéndose paso en el libro electrónico: los filólogos y estudiosos de la literatura también queremos leer buenas ediciones críticas en digital.
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