Oliver Queen vuelve a Starling City después de estar cinco años desaparecido, y regresa con un objetivo: salvar su ciudad a partir de una lista de nombres que su padre le dejó. Para lograrlo se convertirá en un justiciero encapuchado.
‘Arrow’ es una serie del canal norteamericano CW y se basa en un personaje de los cómics de DC. Soy de esos aficionados a los superhéroes que solo conocen sus aventuras a través de series y películas, así que esta es la primera vez que me acerco a este personaje: no sé, por tanto, si es más o menos fiel a las historias originales.
Como cabe esperar, la serie es de aventuras y acción, y sigue el esquema de presentar un nuevo caso en cada capítulo mientras se desarrolla una historia común a toda la temporada. A la vez conocemos mediante flashbacks el pasado de Oliver en una isla, donde no estuvo precisamente solo; un pasado que explica muchos elementos del presente.
Viejos y nuevos enemigos, problemas familiares y con sus amigos, nuevos conflictos que afrontar y decisiones que tomar: Arrow sigue el camino de superhéroes que se cuestionan su labor. Las películas de Batman son el ejemplo más cercano (salvando las distancias), otro personaje de la casa, también millonario y sin superpoderes.
Las dos temporadas que se han emitido cuentan con 23 episodios cada una. La primera temporada sirve para construir al personaje: Oliver vuelve de la isla completamente solo y es necesario que se cree aliados y enemigos. Es autoconclusiva, de tal modo que se podría dejar de ver la serie sin reclamar la segunda temporada. Pero es en esta, que ha terminado su emisión hace poco, donde el personaje se consolida y se plantean retos de mayor calado para el personaje.
La segunda temporada es espectacular, especialmente en su segunda mitad. El pasado y el presente de Oliver se relacionan más; los conflictos, tanto internos como externos, son más profundos, y aparecen nuevos personajes con una personalidad muy marcada que darán mucho juego.
Hasta noviembre no tendremos tercera temporada, pero mientras CW se ha lanzado a la producción de otra serie basada esta ocasión en Flash, el superhéroe más rápido que, por lo que hemos podido ver en los tarilers, promete tanto entretenimiento como Arrow.
Esta es la primera serie que sigo semana a semana. Tras ver la primera temporada doblada, comencé con la segunda, y cuando el doblaje acabó, empecé a verla según se emitía en Estados Unidos, y lo cierto es que la serie gana. Ver toda una temporada por seguido deja una mayor impresión de simpleza, pero cada capítulo deja la suficiente intriga como para querer verla la semana siguiente sin exprimirnos la cabeza sobre qué pasará a continuación, porque no es tanta. Para la siguiente temporada repetiré seguro.
No podemos olvidar que estamos ante un producto de entretenimiento, y como tal debemos valorarlo. La resolución de las tramas y los giros suelen ser bastante típicos, y las actuaciones no son nada del otro mundo (quizá la que más me convence es Thea), pero nos ofrece intensas aventuras y escenas de acción, justo lo que promete. Si a eso le sumamos unos conflictos y una narrativa que funcionan, tenemos una serie que no destaca pero convence y entretiene, que gustará a los aficionados de estos géneros.
Imagen: copyright CW, encontrada en HD Wallpapers
Deja una respuesta