Hace casi un año me compré una tablet BQ Curie. Por 200€ tuve aparato y funda, no estaba dispuesto a gastarme más, ya que mi objetivo era tener un complemento para el libro electrónico.
Lo que quería del aparato era leer documentos con colores o cualquier PDF, ya que en los ebooks, de seis pulgadas en general, o se descuadran, o la conversión los descuadra, o no se ve nada por el tamaño de pantalla y porque hacer zoom es impensable por la escasa velocidad de refresco. Después de tanto tiempo puedo decir que el aparato no me ha servido para mucho más de lo que pensé en un principio.
Mi netbook de 9 pulgadas, el cual prácticamente solo uso para tomar apuntes, podía haber cumplido lo que quería de la tablet, pero tiene un problema: el teclado. Me tengo que acercar a la pantalla y el teclado supone un impedimento para leer cómodamente. Además, una pantalla táctil permite anotar PDFs de forma fácil, un proceso que es más complicado con mi netbook actual. Y mientras aguante (es un roble) o la situación no lo requiera, no lo voy a cambiar.
Ojalá algún día aparezca un aparato no muy grande, de 10 pulgadas o así; de tinta electrónica, para que no canse la vista; a color, para poder leer cómics y documentos ilustrados; táctil, para realizar anotaciones y manejarlo cómodamente; y que se le pueda añadir un teclado físico, rígido aunque aumente el peso, y que al conectarlo cambiara al escritorio tradicional. Puesto a soñar, y ya que soy usuario de KDE, sería simplemente perfecto que usara Plasma Active, aunque me conformaría con cualquier sistema libre.
Un pequeño paraíso tecnológico. Si apareciera algo así, me desharía de mi lector de seis pulgadas, de mi tablet de ocho y de mi portátil de nueve: unificaría tres aparatos que están destinados prácticamente a leer y escribir texto.
Puede que haya tenido mala suerte o mal ojo a la hora de comprar. Sé que hay tecnología LCD parecida a lo que describo: portátiles con pantalla táctil, tablets convertibles, etc. La alta densidad de píxeles que suelen traer ahora cansan menos la vista, pero desde luego no hay punto de comparación con la tinta electrónica.
Siendo LCD, lo más cercano a esto es el Surface Pro 3 de Microsoft, pero es un aparato caro, grande (12 pulgadas es demasiado para mí) y es de Microsoft (ojo, que no lo descarto, pero no es precisamente lo que me gustaría). El otro SO que parece buscar la convergencia entre aparatos es Ubuntu, que aún no se materializa en aparatos móviles.
Por su parte, la tinta electrónica lleva mucho tiempo estancada, y nunca se le sacó provecho a su potencial. Juan Chulilla, autor del blog Tinta-e, lleva años reclamando una «máquina de escribir electrónica», que es lo mismo que digo yo aquí pero con menos fantasía, un aparato de tinta electrónica al que se le pueda conectar un teclado por USB (realmente con eso sobra, siempre que se pueda exportar el texto).
Claro que muchos manitas ya se han puesto manos a la obra con soluciones DIY (do it yourself). Ante la inmovilidad del mercado, y dado que un portátil con tinta electrónica vale sus 900$, Juan nos cuenta sus experimentos con una pantalla Pixel-qi y una Raspberry Pi. También hay tutoriales en la red para poner una pantalla de este tipo en netbooks.
Toda la tecnología está ahí, solo hace falta que aparezca un fabricante que se atreva a unirla. Hay pantallas de tinta electrónica a color, hay tecnología táctil, y tenemos Plasma Active y otros sistemas libres. Estoy seguro de que investigadores, estudiantes y cualquiera que trabaje con texto en movilidad lo agradecería.
Me parece a mí que está complicado que algo así se materialice pronto, a no ser que se tengan las habilidades de Juan para montarse algo propio. Pero soñar es gratis y yo uso software libre, tengo mi buena parte de soñador.
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