Hablemos sobre Eurovisión

Me gusta Eurovisión. Esto, que para muchos puede ser un atrevimiento y para otros algo completamente normal, requiere algo de explicación dado lo polémico del evento y la naturaleza del mismo.

En esta entrada, primero, trataré de explicar un poco en qué consiste Eurovisión por si hay algún lector que no lo conozca, pero aviso de antemano que no soy ningún experto en el asunto; después hablaré de cómo veo yo el festival y, por último, hablaré y recomendaré algunas de las canciones que recuerdo o destaco por un motivo u otro.

¿Qué es Eurovisión?

El nombre ya de por sí deja poco lugar a la imaginación: algo relacionado con Europa. Concretamente, un festival de música en el que muchos países de Europa presentan una canción, aunque también cuenta con participaciones de otros países como invitados.

El festival conlleva una gran maquinaria puesto que cada país tiene su propio sistema para seleccionar la canción, cada una tiene su coreografía y su equipo, efectos e incluso un vídeo inicial. El país anfitrión (el ganador del certamen anterior) se deja una verdadera fortuna en montar un pabellón para alojar el evento, un dinero que no sé si recuperarán después.

Por su parte, los cantantes tienen una oportunidad de ser conocidos más allá de sus fronteras. Bien es cierto que pocas son las canciones que siguen sonando después del festival, pero es de suponer que de algo les servirán los recopilatorios que hacen y las visitas en diferentes plataformas digitales.

Una vez se han presentado las canciones viene un turno de votaciones, que suele ser igual o más largo que el certamen en sí. En este momento cada país da una puntuación del uno al doce. Quien más puntos tenga al final, evidentemente, gana.

¿Cómo veo yo Eurovisión?

Hay mucha gente a la que le parece fatal la celebración del festival de Eurovisión por muchos y variados motivos, posiblemente con mucha razón. Podemos partir del hecho de que quien selecciona al cantante es RTVE, la televisión pública española. Pero el festival va a seguir haciéndose, quieran unos pocos o no, porque hay muchísima gente que lo sigue e imagino que también será algún tipo de demostración de estatus para los países.

Por mi parte sé que hay muchos intereses detrás de todo esto, que la canción no representa la música española, al igual que la de los demás países tampoco lo hacen; y sé perfectamente que las votaciones se dan por afinidad política. Y como sé todo esto, lo disfruto sin más.

Yo veo Eurovisión como una oportunidad para escuchar canciones. Punto. Sé cuándo es, lo veo, echo el rato, me quedo con las contadas canciones que me gustan, me río de España cuando queda demasiado bajo y paso a otra cosa.

Canciones de otros países

Antes de pasar a mi adorada España, evidentemente el país cuyo recorrido más conozco, voy a destacar algunas canciones de otros países que recuerdo por diferentes motivos.

  • Never forget. Una canción de Islandia con una letra de amor con aires melancólicos, violines, buenas voces.
  • Shining. Dos hermanas rusas que cantan maravillosamente en una puesta de escena sencilla donde priman sus voces.
  • My slowenie. Un rap polaco que quería reivindicar que las mujeres eslavas no son mármoles andantes que consiguió calentar a todo el personal masculino. Lo otro no sé si lo logró.
  • Secret combination. Una canción muy pegadiza de la griega Kalomira. Aún recuerdo lo que dijo el comentarista sobre ella: «una mezcla entre Shakira y Christina Aguilera». Una canción pop sencilla y pegadiza.

Estas canciones entran dentro de lo normal que uno se puede encontrar en Eurovisión. Pop más o menos comercial, letras sencillas, coreografías… Pero de vez en cuando se alinean los planetas y aparecen verdaderas rarezas. Traigo un par de ellas:

  • Amor pelos dois, canción de Salvador Sobral, portugués, ganadora del certamen 2017. Un hombre solo en el escenario, una voz y una letra sentida. No se necesita más para llegar al corazón de la gente.
  • Hard rock hallelujah, de los finlandeses Lordi. Sin duda el caso más peculiar que recuerdo. Como su nombre indica, era una canción de heavy como la copa de un pino, algo que se ve muy rara vez en el festival. Al parecer tuvieron que ir por su cuenta porque su país no quería llevarlos con ese estilo musical.

Canciones de España

Ahora sí, vamos con las canciones que ha presentado España. Hemos tenido de todo: canciones de vergüenza ajena, canciones del montón y verdaderas joyas. Voy a ir de un extremo a otro y comenzaré con la vergüenza ajena.

  • Do It foro your lover, de Manel Navarro. Creo que pocos gallos se han escuchado tan brutalmente claros en Eurovisión. No sé cómo confiaron en un chavalito de veintiún años, sobre todo con una canción tan sosa. La escenografía, la letra, todo estaba mal.
  • Un BloodyMari, de Las Ketchup. Estas chicas se hicieron conocidas unos años antes por el Aserejé. No sé a qué vino no llevarlas entonces con una canción que tenía su gracia y sí con esta, que da bastante vergüenza ajena.
  • Brujería, de Son del sol. Esto sí que es vergüenza ajena. Una canción horrible se mire por donde se mire: letra, escenografía, voces… Un despropósito auténtico.

Menciones honoríficas: Barei con su Say yay pegó un buen resbalón en el escenario, supo salir del paso pero ahí queda (atención al estilismo). El sueño de Morfeo con Contigo hasta el final, un grupo consagrado cuya cantante se asfixiaba en el escenario.

Y ahora vamos con canciones que destacaron por algo, ya sea por su calidad o porque significaron algo en su momento.

  • Quédate conmigo, de Pastora Soler. Una escenografía sencilla, una artista consagrada con una muy buena voz. No es una canción para el recuerdo pero merece la pena.
  • Dancing in the rain, de Ruth Lorenzo. Otra canción sencilla en su escenografía que confía totalmente en una cantante que tiene una voz envidiable. Es fácil que ponga los vellos de punta.
  • El chiki chiki, de Rodolfo Chikilicuatre. Veníamos de varias participaciones bochornosas (Un BloodyMari, Bujería, I love you mi vida), así que desde La Sexta mandaron a un humorista que acabó seleccionado. Ya que íbamos a hacer el ridículo, ¿por qué no mandar a un profesional? Quedó en una buena posición de la clasificación.

Menciones honoríficas: Europe’s living a celebration, de Rosa López, causó mucha polémica porque iban a mandar una cantante recién salida de una academia. Al final logró una buena posición. Dile que la quiero, de David Civera, fue todo un éxito en su momento: era cuando España mandaba a artistas consagrados a Eurovisión.

He seleccionado solo cinco, pero podría haber seleccionado bastantes más. Emplazo a los lectores curiosos a que echen un rato mirando las participaciones de España, porque hay de todo. Yo considero que una buena posición es quedar más alto del puesto 15, porque los primeros puestos siempre suelen estar copados por los amiguismos. Eso sí, no puedo garantizar la salud mental después de ver unas cuantas canciones.

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3 respuestas

  1. Shevek

    El resbalón de Barei formaba parte de la coreografía. La letra va de recuperarse de un golpe y de salir de la depre. La caída era la representación simbólica de cuando el destino te hunde en la misera.

    1. Sinceramente, no lo parece, y he visto medios que no lo entienden así. Claro que la inteligencia de los medios… En cualquier caso, a mí la canción me gusta mucho, que es lo importante, fuera intencionado o no el resbalón :)

      1. Shevek

        Pues esos medios están equivocados. Mira la caída en el vídeo oficial de presentación (~1’25): https://www.youtube.com/watch?v=jBmkNzFZUW4

        (si dices que te gusta la canción te merecerá la pena ver el vídeo completo; yo creo que el videoclip potencia tremendamente la canción).

        Y si tienes paciencia seguramente puedas encontrar la grabación de los ensayos parciales y verás que también se «cae» siempre en el mismo sitio.

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