Es necesario mejorar la accesibilidad en la web

¿Habéis visto alguna vez a un ciego manejando su iPhone? Con VoiceOver activo para que el teléfono lea los menús, con una voz robótica configurada a una velocidad de vértigo, pasan de una aplicación a otra con gran facilidad. Hasta que llegan las barreras: esa aplicación o esa web que no es accesible.

La tecnología ha abierto un abanico de posibilidades realmente único e histórico a las personas ciegas y con deficiencias. Sin salir de casa o fuera de ella, con su dispositivo móvil o su ordenador adaptado, pueden acceder fácilmente a todo un universo de información que anteriormente estaba relegado al braille, con la lentitud y limitaciones que eso suponía. Hoy en día cualquier web se puede consultar con un lector de pantalla pero para eso, claro, hace falta que la web esté adaptada.

Ya lo comenté en otra ocasión: el texto es el formato más accesible de todos. Permite lectura en diagonal a quienes pueden ver y que el lector haga su trabajo y acerque el texto a los que no. Hay gestos sencillos que podemos hacer desde nuestros blogs personales como ponerle título a las imágenes que usamos. Pero todo no son webs personales.

Hay por ahí un manifiesto contra el diseño web bastante troll pero muy certero que bien se puede relacionar con esto. Si una página web no se puede navegar cómodamente desde un navegador en línea de comandos es que algo falla. Si usas un bloqueador de Javascript hay algunas webs que, directamente, no muestran nada, no te dan una pista de qué pasa. Esas web son totalmente inaccesibles a una persona que use un lector de pantalla.

En un momento dado se puede prescindir de una web de ocio que abuse del Javascript o que no sea accesible. El gran problema viene con los servicios. Webs de entradas, de tiendas y otros establecimientos que no tienen su web adaptada pierden clientes, sin más ni más.

Si nos metemos en el mundo de las aplicaciones móviles el tema no es muy diferente. Estas también deben estar adaptadas y, de nuevo, muchas empresas grandes no lo hacen. El móvil puede permitir a una persona ciega o con deficiencia, por ejemplo, hacer la compra sin tener que pasar por ese infierno de personas y estanterías que se llama centro comercial (en serio, es todo un desafío para una persona con bastón). Toque, toque, toque, aceptar y la compra del mes en casa. Qué maravilla.

Y aunque me centre en personas con deficiencia visual, el hecho de que una web, un servicio o una aplicación sean accesibles redunda en beneficio de todos. Una web accesible tiene, por ejemplo, un mapa del sitio que permita situarnos fácilmente por la multitud de páginas que lo a componen, lo cual es útil para todo el mundo, por mencionar solo un ejemplo.

En la red hay bastantes consultores en accesibilidad que es interesante seguir para profundizar en estos temas, como Jonathan Chacón o José María Ortiz, a los que he visto dar conferencias sobre estos temas. Gracias a ellos he descubierto algunas aplicaciones interesantes aunque (eso sí) muy caras. La accesibilidad es cara.

En definitiva, si tienes una pequeña empresa que ofrece un servicio y vas a lanzar tu sitio web o tu aplicación móvil, asegúrate de que es accesible. Seguramente te supondrá una inversión extra pero, una vez hecho, ayudarás no solo a ciegos y discapacitados varios sino a todo tus clientes potenciales. Y esto también se aplica a cualquier otra aplicación o web.

PD. He hecho mención solo a iPhone porque el Talkback de Android está a años luz. Todos los ciegos que conozco y algunos con poco resto visual usan el aparato de Apple por esta razón.

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